Capítulo 34 - Juubi

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Sasuke en estos momentos no sabía como sentirse. Entre Shisui, Itachi y él derrotaron al responsable del Edo tensei, resultando ser Kabuto Yakushi, quien confesó que se robó el cuerpo de Orochimaru hace años para su propio beneficio, así obteniendo mas poder en conjunto con su modo sennin de las serpientes que obtuvo en la legendaria Cueva Ryuchi. 

Probó ser un oponente digno al ser inmune a todos los genjutsus que le lanzaban. Fue una batalla que se prolongó por mucho tiempo, y los Uchihas estaban muy desgastados. Pero de imprevisto, Shisui Uchiha utilizó un legendario y prohibido jutsu ocular llamado Izanami, el cual atrapó en un bucle infinito al sennin de las serpientes, quien fue obligado a deshacer el jutsu del Edo tensei, así quienes fueron revividos ya podrían regresar al mundo de los muertos.

Pero la satisfacción de su victoria les duraría poco. A lo largo de la pelea, tanto Itachi como Shisui usaron en exceso sus Mangekyo Sharingan, por lo que la cantidad de chakra que usaron fue muy perjudicial para su salud. Ambos prodigios del clan sabían sobre su enfermedad, una que ni la mismísima Tsunade Senju les pudo curar. Sabían que solo era cuestión de tiempo para que esta enfermedad los matara, y desafortunadamente, hoy era ese dia. 

Ambos empezaron a toser mucha sangre, lo cual preocupó mucho a Sasuke, quien no sabía que hacer. Intentó suministrarles chakra pero fue inútil, incluso Itachi se lo hizo saber. Entre lagrimas por parte del Uchiha menor se fueron despidiendo, no sin antes Shisui entregarle su único ojo funcional para que lo usara como el viera correcto, o lo destruyese. Itachi le entregó sus ojos para que así obtuviese el Mangekyo Sharingan eterno, un sharingan que no dejaría ciego a su usuario y le daría mayor poder. 

Y eso fue lo que sucedió, hoy fue un dia triste para el clan Uchiha y mas para Sasuke, quien veía a Shisui como otro hermano mayor. La muerte de ambos prodigios provocó que Sasuke despertara su Mangekyo Sharingan, y aun con ambos ojos de su hermano y el de Shisui en un frasco empezó a caminar sin rumbo fijo, o eso creía él. En el camino se encontró con Rin y Erza, quienes iban rumbo a donde estaban los kages. La kunoichi mayor lo reconoció al instante, ya que era de la misma generación que su sensei, y uno de sus mejores amigos.

—¿Sasuke Uchiha? —pregunta sin pensarlo Rin, quien recordaba muy bien al mejor amigo de su sensei.

—¿Es un enemigo? —Le pregunta Erza a su superior.

—Todo lo contrario, es una de las personas mas cercanas a nuestro comandante.

—¿Quienes... son? —preguntaba el azabache con los ojos viendo hacia el suelo, y la voz cansada.

—Esa mirada vacía. ¿Qué habrá pasado para llegar a estar así? —Se cuestionaba Rin en su mente—. ¿Qué ha pasado? Por las heridas de tu cuerpo deduzco que estuviste en una batalla. ¿De donde vienes?

—Itachi... —Es lo único que musita el Uchiha.

—Él es tu hermano mayor, ¿no es así? ¿Donde está?

—Él y Shisui... están muertos.

—No puede ser... —dijo Rin con mucha sorpresa y tapando su boca con la mano.

—Logramos derrotar a Kabuto... pero a un gran costo —decía Sasuke dando un vistazo al frasco en su mano.

—Kabuto... Ahora que lo recuerdo, sensei una vez nos contó que él era uno de los subordinados de Orochimaru —dice la general teniendo una reminiscencia de las tantas anécdotas de su maestro.

—Si... él fue el responsable del Edo tensei...

—¿Qué llevas en ese frasco? —Ahora Erza es quien hace la pregunta.

—Es... el ultimo deseo de mi hermano. Quiso que me los implantara para obtener el poder necesario para seguir adelante. Y eso es lo que haré, cumpliré su ultimo deseo... ¿conocen a algún ninja medico que pueda hacer eso?

El Último Espartano - IDove le storie prendono vita. Scoprilo ora