Capítulo 42 - Descenso

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Con la puerta detrás suyo cerrada, ambos fijaron su vista hacia adelante y Naruto se dio cuenta de que estaban en un lugar que asemejaba a un vestíbulo. Y en dicho lugar, se encontraban varias almas que no parecían tener intenciones de atacar como los anteriores. Por el estruendoso sonido de la puerta cerrándose, algunas de las almas voltearon a ver quien acababa de entrar.

—¿Es este el segundo circulo del infierno? No parece que este sea un lugar de tormento.

—Aun seguimos en el Limbo. Aquí residen los grandes gobernantes y filósofos de la Edad de Oro. Muchos de ellos fueron griegos al igual que yo. Por allá están Caesar y el Rey Davinio, y también están Sócrates, Platón y Aristóteles.

—¡Yo digo que Dios existe solo en las ideas del error humano! —exclama Platón a los otros dos filósofos.

—Platón, hay una sola filosofía en el infierno: la de Lucifer. ¡No busques liberación aquí, viejo amigo! —Le responde Sócrates a su semejante.

—Interesante. Aun en la muerte buscan un significado a algo mayor. Aunque, eso no los salvó de terminar aquí —dice Naruto sin que lo escucharan las otras almas. Kratos reflexionó por un momento esas palabras.

—Vámonos... todavía tenemos que cruzar este circulo.

Ambos espartanos llegaron al final de ese vestíbulo, donde otra puerta los estaba esperando. Pero esta se abrió por si sola, ya que ellos no pertenecían a ese lugar, ni mucho menos a ese circulo. Al otro lado de ese lugar había una vereda muy larga que parecía estar suspendida en el vacío.

Cruzaron aquel camino semi-pedregoso y llegaron a un lugar mucho mas amplio y con algunas columnas que lo rodeaban. Al fondo estaba una criatura gigante de aspecto asqueroso. Su anatomía era semejante a la de una gorgona. En otras palabras, gran parte de su cuerpo era como la de un reptil, concretamente a una serpiente, pero con brazos y cabeza como la de un humano, la cual era adornada por una corona. 

Él era el rey Minos, juez de los condenados quien los asigna a los diferentes círculos del infierno según sus pecados en vida. Esto no era lo importante, sino que esta mórbida criatura del averno estaba atacando a alguien o algo mucho mas pequeño que él.

—¿Que estará sucediendo allá?

—Oye, ¿no son esos tus alumnos? —Kratos se da cuenta de ese detalle mucho antes que Naruto.

—¿En serio? —dice Naruto entrecerrando los ojos para enfocar la vista—. ¡Lo son! Gracias al cielo que aun están aquí.

—¡¿Se atreven a hablarle al juez de los condenados?! —La voz pútrida de Minos le grita a las almas que se veían pequeñas frente a él.

—¡Cállate, bola de manteca fea! —Le responde de manera infantil Ryu.

—¿Es enserio? —piensa Riku con pena ajena.

La "bola de manteca fea" estaba apunto de mover su cola para atacar a Ryu, quien estaba listo para luchar. Pero en ese momento dos hachas pasaron de forma sincronizada y le cortaron la cabeza al monstruo. La criatura murió, y su cuerpo cayó de lado hacía el profundo abismo.

—Esas armas...

—No puede ser... 

—Si puede ser, chicos —dice Naruto atrapando su arma a medio vuelo.

¡Sensei! ¿Que pasó? ¡¿Murieron contra la tal Kaguya?! —preguntaba con gran frenesí Ryu.

—Al contrario, Menma y Sasuke lograron sellarla. El mundo shinobi está a salvo. He venido aquí por ustedes... Y a todo esto, ¿donde está Rin?

El Último Espartano - IWhere stories live. Discover now