El Último Espartano - I

Capitulo 66 - Preparativos

Teniendo en cuenta que al dia siguiente sería la boda de él y de su futura esposa, Naruto se tele-transportó de forma manual hacia la aldea de Konoha, la cual ya se estaba recuperando después de perder a tantos shinobis importantes, quienes fueron velados según las costumbres de la aldea. Al ya no estar el Cuarto Hokage a cargo, se realizó una junta muy importante para decidir quien sería la próxima sombra de la Aldea de la Hoja, quien por tradición, tenia que ser alguien que haya sido alumno o alumna de algún Hokage anterior. 

Los tres sannins originales ya habían fallecido, y nadie del escuadrón en el que pertenecieron Hiruzen y Danzo vivía mas. El único ninja con esa cualidad que aun permanecía era Kakashi Hatake, quien al tercer dia después del fin de la guerra asumió el cargo y se dio a conocer al público como tal.

Muchos de los ninjas y de los civiles por igual, incluyendo a los hermanos Namikaze habían sugerido a Sasuke Uchiha, pero Kakashi tenia que cumplir mínimo cuatro años de servicio como Hokage para que la tradición se cumpliera. El Uchiha comprendió, así que de momento tendría que esperar para poder asumir ese rol que tanto anhelaba desde que era genin, y entrenaría para poder llevar a cabo la voluntad de toda su familia.

En este momento, Kakashi estaba realizando el clásico papeleo que cada kage tiene que realizar, siendo acompañado de su ayudante Shikamaru Nara, quien tomó la decisión de ser el ayudante del Hokage actual, y de los que vayan a estar en un futuro. En un instante apareció el peliblanco mundialmente aclamado como el gran héroe de la guerra, cosa que en un principio alertó a ambos shinobis. Pero al ver quien era, se calmaron.

—¿Naruto? —preguntó Kakashi.

—Kakashi. Shikamaru. —El espartano se dirigió a ambos por sus nombres.

—¿Que haces aquí? —preguntó ahora el Nara.

—No mucho, solo vengo a entregarles una invitación. Mañana me casaré con mi esposa, Karin Uzumaki. Me preguntaba si ustedes, junto a los ninjas de nuestra generación y sus jounins quieran venir.

—En verdad me encantaría. Pero es muy pronto, y ademas ya soy Hokage. —El ninja tuerto cierra su único ojo mientras apuntaba a su sombrero de kage que estaba colgado en la pared.

—Puedo notarlo. Felicidades, Kakashi-sensei. Sobre la distancia y el hospedaje no se preocupen, los puedo tele-transportar a todos hoy mismo, y en mi aldea les brindarán todo lo necesario.

—Bueno, si la distancia y el tiempo no son unos inconvenientes, entonces no creo que haya problema —dijo Shikamaru aconsejando a su kage.

—Espera, todavía hay un inconveniente. Alguien debe quedarse a cargo del papeleo que pueda llegar en estos días. Y ademas, si vamos tantos ninjas de alto rango, la aldea quedará desprotegida —dice Kakashi.

—Por eso no se preocupen. —dice Naruto con una ligera sonrisa—. Es hora de intentar el poder creador de un verdadero dios —pensó el espartano. 

En eso, el peliblanco con alas cerró los ojos y chasqueó sus dedos, cosa que confundió a los dos presentes, hasta que el ojiazul abrió los ojos y les explicó.

—He puesto una barrera alrededor de toda la aldea. Quien no sea habitante de Konoha no podrá pasar ni por debajo de la tierra, ni por los cielos. Y sobre eso otro...

Naruto lentamente levantó su mano derecha, y al mismo tiempo se materializó un ser idéntico a Kakashi.

—Este es un clon imitador sólido de sangre. Él ocupará tu puesto mientras no estés. Cuando la barrera sea disipada por mi, el clon también se disipará.

—Que tal. —El otro Kakashi saluda al original como él acostumbraría.

—Jejejeje, el viejo Naruto que yo conozco, siempre lleno de sorpresas —dice Shikamaru.