Capítulo 47 - Llamado de guerra

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Siete de la mañana

Era un nuevo dia, el sol ya ha salido, los comerciantes recién están abriendo sus tiendas, los niños se dirigen a la academia para aprender nuevos conocimientos y volverse mas fuertes, y los mas ancianos simplemente paseaban por los parques, disfrutando del aire cálido de la mañana. 

Nuestro protagonista, uno de los héroes de la Cuarta Guerra Mundial Shinobi y ex-mercenario de nombre "Mensajero de la Muerte", está durmiendo sentado en su asiento del Consejo de Guerra, con su rostro apoyado en la mesa, esto producto de su desvelo y por el cansancio acumulado de la guerra y de su viaje al reino de los muertos. 

En eso, por una escotilla que estaba en la parte alta del lugar entró un ave mensajera, la cual picó la mano del peliblanco para que le prestara atención. El ojiazul despertó un poco molesto por la sensación de los picotazos del pájaro, pero no le tomó mas importancia. Tomó el mensaje que estaba atado a la pata del ave, y le dio la indicación de que se retirara. 

El pájaro se fue por donde vino, dejando al rubio solo en esa gran habitación, solo con sus pensamientos y con esa carta. La abrió, y después de leerla inmediatamente activó el rayo de luz de la mesa, y llamó a sus capitanes, quienes no tardaron en contestar. Aunque de los diez, solo los cinco originales respondieron al llamado.

—¡Comandante, es terrible! —El holograma de Mikasa se mostraba en movimiento y utilizando sus cuchillas.

—¿Es cierto lo que dice la carta?

—Si. Los territorios de Oto, Tsuki, Getsu, Taki, Kusa, Jomae, Takumi, y Ame han sido infestados por criaturas de aspecto demoníaco. Amegakure es el principal lugar de donde salen esas cosas. Ademas de que esa aldea abandonada ahora es una fortaleza sólidamente protegida. Los demás territorios fueron tomados en cuestión de horas. ¡El capitán Eren y yo estamos ayudando a los de Kumo a repeler sus hordas! —La imagen de Kaido hablaba agitadamente dando un reporte de la situación.

—Hace unas horas que me reuní con la capitana Erza. ¡Nosotros estamos ayudando a los de Konoha! —Se reporta el feroz capitán Zaraki.

—¡El capitán Bartholomew y yo estamos controlando la situación en Iwa! —Se reporta Mikasa con la voz de su compañero capitán escuchándose de fondo.

—¡El capitán Teach y yo estamos ayudando al Kazekage Sabaku no Gaara y sus tropas! —habla el capitán Ryuzaki, mientras de fondo se escuchaban explosiones.

—El capitán Roger está aquí conmigo en el puerto que lleva hacia Kiri. ¡Ya están avisados sobre la situación actual, dijeron que enviarían refuerzos lo mas pronto posible! —Se reporta el ultimo capitán original, Kaneki. Este se mostraba mas tranquilo que los demás, pues sus cadenas lo protegían.

—Activen cuanto antes los sellos de tele-transportación. En menos de una hora estarán llegando refuerzos de Esparta. ¡Resistan!

—¡Hai!

Los hologramas desaparecieron casi al mismo tiempo, por lo que Naruto no perdió mas el tiempo, y fue al centro de la aldea, donde hay una gran campana que solo es sonada en festividades muy especiales, o cuando el comandante tiene que decir algo a toda la población. 

Inmediatamente llegó ahí e hizo retumbar la campana, lo cual provocó que los ciudadanos dejaran lo que estaban haciendo, y prestaron atención a lo que diría Naruto. La imagen y audio del rubio era transmitida por todos lados, incluido en las academias, por lo que era imposible que alguien no se enterara.

—¡Ciudadanos de Esparta! Sé que hace poco hubo una guerra mundial. Sé que esta paz es del agrado de todos. Pero es aquí cuando vienen las malas noticias... el Continente Shinobi ha entrado de nuevo en guerra. Pero ahora no es una batalla por intereses humanos. Esta vez, la causa no es uno o mas humanos que quieren controlar el mundo. ¡Ahora la guerra es contra las legiones del infierno!

El Último Espartano - IWhere stories live. Discover now