Capítulo 27 - Alumnos

2.9K 209 15
                                    

Han transcurrido ya dos meses desde que los ocho prodigios fueron acogidos bajo la supervisión de Naruto, quien entrenaba a sus cuatro nuevos alumnos con mano firme. El rubio se dio cuenta de que los cuatro compartían el mismo problema que tenían Sasuke y Sai en su momento, y es que a pesar de que eran buenos en ninjutsu, su taijiutsu y fuerza física no lo eran. El moreno los ha sometido a un riguroso entrenamiento que asemejaba de manera lejana a lo que Kratos lo hizo pasar.

Entrando en escena, vemos a un chico corriendo por una pista circular de fácilmente mas de un kilómetro de largo.

—¡Vamos Jack! Solo te faltan cinco vueltas. —Naruto intenta motivar al chico de cabellos cobrizos.

—¡Esto es demasiado agotador! ¡Lo haría mas fácil si me dejara usar mi chakra raiton! —Jack estaba jadeando del cansancio mientras seguía corriendo.

—No. Necesitas fortalecer tu cuerpo para obtener mas chakra, y también para no depender siempre de ello. Si tu chakra se acaba, ¿que harás?

—Es cierto pero... ¡no! ¡No me puedo rendir ahora! —Por un momento el joven Jack dudó, pero mentalmente se recordó su promesa—. ¡No me rendiré!

—¡Eso quería escuchar! Sigue así hasta que acabes. —Naruto se da la vuelta, viendo a otro de sus alumnos—. Teach, ¿qué te dije sobre distraerte? —Le llama la atención el rubio a otro de sus estudiantes, quien de estar haciendo flexiones, se ha quedado quieto viendo hacia el suelo.

—Perdóneme sensei, no era mi intención. 588, 589, 590...

—Mas te vale que así sea. Si te distraes otra vez, volverás a hacer todos los ejercicios, ¿está claro? —dice Naruto, quien a la hora de regañar, usaba un tono muy amenazante, cosa que hacía que los chiquillos hicieran las cosas bien antes de hacer enojar mas a su líder.

—¡Hai!

En lo que Teach dijo eso, el espartano vio a los dos alumnos restantes descansando bajo un árbol.

—¿Y ustedes dos que hacen descansando?

—Ya terminamos los ejercicios que nos encargó —dice Edward, un chico de cabellos ondulados amarillos muy pálidos que le llegan a media espalda.

—¿Y que esperan? Si ya terminaron los ejercicios, entonces comiencen a entrenar en su manejo de chakra. ¡Andando!

—H-hai sensei. Vamos Edward, esta vez no me ganarás —responde el otro chico, Roger, un niño de cabello negro y alborotado, quien siempre estaba feliz de competir contra Edward.

—Ja, eso ya lo veremos, Roger.

—Esos dos siempre compitiendo, eso saca lo mejor de ellos. Serán excelentes capitanes. —piensa alegre el rubio mayor. Mientras los chicos entrenaban, el fue y se sentó en unos escalones que daban hacia la salida del campo de entrenamiento.

En lo que todo a su alrededor se desenlazaba como debía de ser, él sacó unos cuantos pergaminos que contenían información de meses de investigación y desarrollo en algo nuevo.

—Muy bien, lo tengo! Por fin completé este sello almacenador de chakra. Ahora solo debo ponerlo con cuidado y... —En lo que Naruto estaba concentrado transfiriendo un sello de un pergamino hacia su cuerpo, mismo que estaba pasando por su rodilla, Jack se acercó por la retaguardia sin avisar.

—Sensei.

—¿Eh?

Gracias a esa pequeña distracción, el sello liberó el chakra almacenado que le explotó gran parte de su rodilla izquierda, dejando ver incluso el hueso.

—SENSEI! PERDÓNEME SENSEI, ESTO FUE MI CULPA!

—Maldición, como duele... no te preocupes Jack, no sabias que eso pasaría. ¡Rin! —Naruto llamó a la kunoichi médico de su mayor confianza.

El Último Espartano - IWhere stories live. Discover now