Capitulo 69 - Paraíso

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Al mismo tiempo que un pequeño destello de colores blanco y negro se vislumbraba en el cielo siempre presente encima de cierta isla, donde habitaba cierta aldea que ayudó en su mayoría a ganar dos de las guerras mas grandes del mundo, al instante, en otra parte del mundo apareció el peliblanco ex-líder de Esparta y alumno del mítico asesino de dioses, aun volando por los cielos. La soberana entidad del universo, aun con la divinidad recorriendo por sus venas todavía no podía irse, tenia que despedirse del mundo donde creció. Aun faltaba media hora para que se reuniera con los demás dioses, así que decidió recorrer todos aquellos lugares en los que sucedieron grandes acontecimientos de su vida. 

Visitó aquel pueblo en el que alguna vez estuvo viviendo de forma temporal, al igual que la cueva en la que alguna vez comenzó su ultimo entrenamiento, y donde consiguió las armas que lo hicieron de temer aun hasta el dia de hoy. El Omega tallado en el piso aun estaba ahí.

También recorrió rápidamente aquel sendero que conducía al antiguo puerto donde alguna vez tomaron un bote hacia el País de las Olas, y también donde se enfrentó por primera vez a Zabuza Momochi, de los pocos shinobis que lograron herirlo bastante. Posterior a ese lugar, obviamente recorrió por los aires y muy en lo alto el Puente de la Esperanza, donde la tiranía de Gato llegó a su fin, y con ello, un mejor futuro para los habitantes del país responsable de la construcción del mismo. 

Lo que alguna vez fue un pueblo en la miseria y hambruna, ahora era uno de los mayores exportadores de productos marinos, lo cual dio lugar a mejor infraestructura, mas escuelas y academias con personal capacitado. Y por su puesto, a un kage, quien a final de cuentas resultó ser el abuelo de Inari, y padre de Tsunami, el viejo constructor Tazuna, siendo ahora el Primer Namikage, cosa que alegró mucho a Naruto.

Con algo de amargura, y de forma accidental, también pasó por aquel planicie donde le dio fin a la vida del sannin traidor Orochimaru. Aun quedaban restos de aquella épica batalla, de la que no quedó ningún testigo mas que el mismo peliblanco que ahora estaba flotando en el cielo, y el suelo que aun seguía destruido a causa de la invocación reptil que apareció en su momento en ayuda del sannin.

Seguido a ese trago amargo de malos recuerdos, visitó aquella vereda donde conoció a sus tres alumnos, un hecho que meses después daría lugar a la famosa batalla que terminó con las vidas de la pareja inmortal de Akatsuki, Kakuzu y Hidan, de quien su alma aun reside dentro del peliblanco, no liberándolo aun por razones demasiado obvias. Una pelea épica que ayudó en gran manera a los tres niños a forjar su propio camino ninja.

Faltando pocos lugares por recorrer y recordar, se dirigió a la zona donde ocurrieron los sucesos mas importantes de la Cuarta Gran Guerra Ninja, un pequeño país ubicado entre las fronteras del País del Rayo y el País de las Aguas Termales, aunque en comparación, solo una pequeña parte fue afectada. Aun quedaban armamentos ninjas y espartanos en todo el lugar, incluso algunos cadáveres, ya con ningún tipo de tejido interno o externo, solo los esqueletos un poco deteriorados por el paso del tiempo. 

Hay que recalcar que todo ese lugar estaba plagado de una sustancia gaseosa de color naranja con tintes rojizos, la cual fue liberada a lo largo de la lucha de Naruto y Kratos. Esto hizo que el peliblanco sonriera de forma amarga por recordar como le habló a su sensei, y también de recordar como se sentía en aquel entonces por la pérdida temporal de sus alumnos, aunque él no supiera eso en ese entonces.

Un recuerdo llegó de golpe a la mente de Naruto, siendo este uno de los escritos que contenía el libro que dejó su sensei atrás después de sacrificarse. Al estar en ese lugar desolado, entendió a lo que se refería aquel texto, así que cumpliendo en cierto modo con los textos proféticos de su maestro, dejó caer aquella espada que lo ha acompañado en tantas batallas, y que le sirvió tanto a él como a su sensei para derrotar a grandes enemigos. Aunque actualmente esta ya no brillaba como en antaño, siendo solo un cascarón dorado y sin chiste de su forma real. 

El Último Espartano - IWhere stories live. Discover now