Capítulo X

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Aaron

De: Aaron Franco
Para: catherineblosoomilyy@gmail.com

Asunto: Contrato: Firma de herencia

Estimada Katie,

Adjunto el documento que contiene información importante relacionada con nuestro contrato.

"Nuestro compromiso comenzó el veinticuatro de octubre. Después de una sólida y satisfactoria relación de dos años, finalmente te propuse matrimonio en el prestigioso restaurante Yvonne's, el favorito de mi madre.

Nuestro encuentro tuvo lugar un 29 de abril. Sin embargo, para mí fue un amor a primera vista. Tu imagen con el traje quirúrgico verde quedó grabada en mi mente, ese color sin duda realzaba tu belleza y resaltaba tus ojos. Fue inevitable, me enamoré perdidamente de ti en el momento en que te vi por primera vez.

Te invité a salir un 3 de junio, la velada fue maravillosa y esa noche tú también te enamoraste de mí. A pesar de los desafíos de nuestros horarios en el hospital, en cuanto tuve la primera oportunidad, te pedí que fueras mi novia, concretamente el 9 de julio. Desde entonces, hemos sido felices y hemos vivido un amor apasionado".

Si algo no te parece adecuado, te ruego que me lo hagas saber de inmediato.

Saludos cordiales,

Aaron.

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Si todo va según lo planeado, hoy será el día en que lleve a Katie a la casa de los Cartier. No puedo negar que esta idea me ha mantenido despierto y me ha quitado la respiración durante el día. Soy plenamente consciente de que hacer este trato con Katie podría salir mal en su totalidad, pero también existe la posibilidad de que todo salga bien. Si no me arriesgo, no conseguiré ninguna de las dos opciones, y sinceramente, me interesa mucho esta última.

Respiro profundamente y me recuerdo que todo esto lo hago por Rose. No hay nadie en este mundo a quien desee hacer más feliz que a ella. Después de todo, es la única persona que realmente importa en mi vida en este grado. Nunca he tenido una buena relación con la familia de mi madre, encabezada por mi tía Jasmine, su esposo Gilles y sus hijos. Siempre hemos vivido en mundos separados, sin conexión alguna.

Sin embargo, todo eso cambió tras el fallecimiento de mi madre. Incluso ellos han cambiado su actitud hacia mí, y puedo notar que lo hacen por lástima. Odio que sientan lástima por mí.

—Así que, Aaron...

Escucho la voz de Marie adentrándose en la cafetería del asilo. Cierro mi laptop y trato de mantener mi mejor postura frente a ella. Le sonrío, pero ella no me devuelve la sonrisa.

—Marie —saludo, y me arreglo la garganta después de tomar un sorbo de café.

—Ya he recibido las buenas nuevas, hijo — me dice mientras rodea la mesa en la que estoy sentado y se sienta a mi lado. Marie, ya es una mujer de 53 años, ha dedicado toda su vida a servir a Rose. Fue su secretaria personal durante su residencia en la mansión de los Cartier. Estuvo a su lado en cada momento difícil y no hay nadie en este país que conozca mejor a mi abuela que Marie. La mujer de cabello rubio con canas prominentes, me observa detenidamente como si estuviera buscando algo para usar en mi contra.

Doy otro sorbo a mi café antes de comenzar a hablar.

—Lamento no habértelo dicho antes. Tanto ella como yo no estábamos seguros de si era apropiado hacerlo público aún.

Recibo nuevamente una mirada cargada de preguntas, dudas y, sobre todo, desconfianza.

—Nunca se me pasó por la mente —ella se ríe—, al principio pensé que se odiaban. Pero, vaya, fui tonta. Esa chispa que vi en tus ojos cuando la mirabas decía mucho. Simplemente nunca imaginé que estuvieran comprometidos.

Permanezco en silencio y abro mi laptop, notando que tengo un nuevo correo electrónico. Siento una cierta impaciencia por conocer la respuesta de Katie. Es inevitable no imaginar lo peor con ella. Puede que se arrepienta en el último minuto.

—Es una hermosa mujer —continúa hablando Marie —. Ambos son muy afortunados de tenerse el uno al otro. Estoy muy feliz por ti, hijo.

Me limito a asentir con la cabeza, y aunque sea difícil, la veo a los ojos. Sus ojos color avellana ahora mirándome con esperanza.

—Gracias —respondo.

Ella coloca su mano detrás de mi espalda y me da dos palmadas para después levantarse.

—¿No te parece raro que no lleve el anillo de compromiso? —dice antes de encaminarse hasta la puerta y retirarse.

Mi cuerpo entero se pone completamente rígido. ¿Cómo pude ser tan estúpido? ¿Cómo pude olvidar un detalle tan obvio? Ahora tengo que comprar un anillo para Katie y encontrar una buena excusa para explicarle a Marie por qué mi futura esposa no lleva su anillo de compromiso.

Mierda. Joder.

Paso mis manos por mi cabello reiteradamente, uno, dos, tres veces... Mierda, perfecto, Marie es la primera persona que conoce a Katie y ya sospecha que algo no está bien.

Dejo que todo el aire salga de mis pulmones y cliqueo en email. Necesito saber de Katie.

De: catherineblosoomilyy@gmail.com
Para: Aaron Franco

Asunto: Re: Contrato: Firma de herencia

Querido Aaron, o mejor dicho, querido futuro esposo,

Debo admitir que nunca hubiera imaginado que fueras un escritor de novelas románticas. Tu historia me ha dejado perpleja, casi logra sacarme una lágrima. Casi, pero no del todo.

Espero verte pronto.

Katie.

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Sonrío mientras leo y releo el email. Puedo incluso imaginarla mientras leía la historia que he redactado. Fue bastante sencillo de escribir, realicé mi debida investigación en Instagram y encontré algunas fotos de su pasado. El traje quirúrgico verde me inspiró, y eso ayudó a darle vida a la historia.

De: Aaron Franco
Para: Katie Blossom

Asunto: Contrato: Firma de herencia

Por favor, asegúrate de guardar los documentos que te he enviado y eliminar estos mensajes. Además, te solicito que me agregues a tus contactos y Gmail.
Asimismo, te agradecería que me sigas en tus redes sociales.

Pasaré por ti a las tres en punto de la tarde.

Hasta luego, mi querida Katie.

Atentamente,
Aaron

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SUEÑOS EN PARÍS ©Where stories live. Discover now