Capítulo XXVI

2.1K 216 5
                                    




Katie

Empezaba a sentir que el hombre de la fotografía había salido del marco y su fantasma se encontraba frente a mí.

Tiene que ser un sueño.

Es impresionante lo parecidos que son Aaron y Antoine. Me encuentro en un bucle infinito, mirando la fotografía una y otra vez, tratando de corroborar que no estoy imaginando cosas. Tienen la misma estatura, facciones y sonrisa... Esto parece casi imposible.

—¿Catherine? ¿Qué estás haciendo aquí? —vuelve a preguntar, esta vez acercándose a mí. Su confusión parece convertirse en enfado poco a poco.

—Aaron —digo, aún tratando de asimilar todo lo que acabo de descubrir. Aaron me mira con recelo, y cuando está lo suficientemente cerca de mí, sus ojos caen hacia la fotografía. Mantengo la espera, ansiosa por ver su reacción. Sin embargo, pasan los segundos, minutos y no hay más que una línea completamente recta en sus labios. —¿Lo sabías? —pregunto finalmente, intentando descubrir si él también es consciente de la impactante similitud.

—¿Qué es esto? —esta vez, me dirige la mirada, parece tratar de encontrar alguna respuesta, pero yo estoy igual de confundida ahora.

Su respiración se acelera mientras empieza a leer el contenido de la carta, y yo observo atentamente cada cambio en su expresión. La confusión, el pánico, el miedo y el enfado se reflejan en su rostro, como un torbellino de emociones que amenaza con desbordarlo. Es evidente que lo que está leyendo le está golpeando con fuerza, y justo ahora no tengo palabras para aliviar su angustia.

—Esto... —trato de decir, pero en un arrebato, Aaron se aparta de mí

—¿Quién es este hombre? ¿Cómo conseguiste esto? ¿Qué carajos...? —me pregunta, con terror puro en sus ojos. Yo me pongo rígida, tratando de encontrar una manera lógica de explicar cómo es que tengo toda esta información.

Trato de empezar por lo básico.

—Aaron, antes de decirte todo esto tienes que tranquilizarte, por favor.

Él parpadea, completamente perplejo.

—¿En serio esperas que me calme después de leer todo esto? —niega con la cabeza mientras mira al techo y respira hondo. Luego, se lleva ambas manos al cabello y parece perderse en sus pensamientos—. ¿Quién es este hombre? —termina, sin dirigirme la mirada.

—Su nombre era Antoine. Él era el verdadero padre de Inés, tu madre —le comunico, intentando controlar mi voz mientras sigo atónita por la revelación.

—No... —deja caer su cuerpo en una silla cubierta de polvo y, aunque me acerco para consolarlo, él se aparta aun más — ¿Por qué haría algo así? —murmura, con un tono lleno de dolor y confusión.

Lo observo fijamente.

—¿Antoine?

—Rose —responde, y noto la decepción en su voz—. Ocultar esto todo este tiempo, carajo... —sus ojos comienzan a cristalizarse mientras mira fijamente un punto en el suelo—. Si esto es real, mi madre murió sin saber la identidad de su verdadero padre —esta vez, su mirada se encuentra con la mía.

Coloco mi mano sobre su brazo, tratando de reconfortarlo.

—Aaron, Rose debe haber tenido una buena razón para sus acciones. Quizá esto sea una confusión y...

Antoine —reflexiona, con dureza en su voz. Se incorpora y, tensando su mandíbula, se dirige a mí—. ¿Desde cuándo sabías esto?

—Es la primera vez que descubro esta carta —digo, pero mi voz suena débil.

SUEÑOS EN PARÍS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora