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Los días transcurrieron rápido para Jeongin, ya es día viernes, día en que prometió alimentar al grupo de amigos de su hyung

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Los días transcurrieron rápido para Jeongin, ya es día viernes, día en que prometió alimentar al grupo de amigos de su hyung.

Para su mala suerte, debía hacer primero las compras, la alacena se encontraba vacía y los días viernes es cuando se realizan las compras en la semana. Por tanto, al salir de la escuela se encaminó al súper mercado más cercano a unas cuadras; según Minho, lo iba a recoger en exactamente dos horas más tarde para llevarlo a casa.

Pasó el tiempo acordado y el menor ya había adquirido los suficientes alimentos que se necesitan en casa. Así que, salió de la tienda y esperó a que llegara Minho, o simplemente encontrarlo en la entrada. Lo que ocurriera primero.

Pasaron más de veinte minutos y no lo encontró hasta que reconoció el auto de su madre a unos tantos metros de distancia. Por otro lado, Minho lamenta que a su menor no cuente con un celular con el cual comunicarse, Jeongin lo considera una pérdida de tiempo y distracción, en parte es verdad, pero, en casos como éstos, hubiese sido de utilidad.

Minutos más tarde, los hermanos ya se encuentran en casa, el menor se dispuso a preparar uno de sus platillos especialidad: tteokbokki. O eso le decía su madre y hermano. Al cabo de poco más de una hora, la comida estaba lista, sólo esperaría a que llegasen los chicos.

Por alguna razón, se sentía extraño, específicamente inquieto, su corazón late más rápido de lo habitual y sus manos se mantienen frías, muy frías. Le pasó la idea de que tal vez, se está enfermando nuevamente, quién sabe y era por otra razón, no sabía el por qué con certeza.

Luego de elogios por parte de su hermano y unas cuantas regañadas por meter mano a la comida, el timbre sonó y el mayor se apresuró a abrir la puerta. El menor más inquieto que antes, se obligó a dar la cara, y, ver a esas dos personas que ahora con tenerlos de cerca, lo ponen alerta.

Se tranquilizó al ver que el más alto, estaba ausente. Sólo así, su corazón dejó de latir tan frenéticamente.

— ¡Ven aquí, pequeño chef!

Un muy animado Chan lo llama y se acerca a él recibiendo un abrazo de su parte, se podría decir que, se acostumbró a recibir ese nivel de afecto, no sentía nada, pero al menos es un avance que permita ese tipo de contacto con alguien que no sea Minho o su madre.

— ¿Cómo está Innie, eh?— le habló esta vez Changbin mientras acomoda su cabello.

— Bien, creo.— Se limitó a responder, muy común de él.

— Se tomó muy en serio lo de la comida y él mismo se encargó de comprar los ingredientes.— habla muy emocionado Minho, al escuchar eso, su cara comenzó a arder— ...nunca había hecho algo así por alguien.

Su mirar recae al suelo sin razón, las palabras del mayor son verdad pero el ser escuchadas tan abiertamente es diferente. Pero él lo hizo porque lo prometió anteriormente, no por otra cosa...o eso creía.

Alexitimia; SeungInWhere stories live. Discover now