2.5

1K 186 42
                                    

Entró a casa anunciando su llegada sabiendo que su madre se encontraba de vacaciones, no siempre había días como este, la señora Kim se la pasaba trabajando en la oficina durante en la noche y durante el día tenía trabajos pequeños

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Entró a casa anunciando su llegada sabiendo que su madre se encontraba de vacaciones, no siempre había días como este, la señora Kim se la pasaba trabajando en la oficina durante en la noche y durante el día tenía trabajos pequeños. Así que aprovecharía todo el tiempo posible en estar con ella.

Se cambió los zapatos por unas cómodas sandalias y se encaminó a su habitación para dejar la mochila sobre su cama, bajó apresurado para saludar a su madre que se encontraba en la sala, junto con una caja que parecía ser vieja.

Depositó un beso en la cabellera un tanto blanca de la mayor, y tomó asiento a su lado, mirando con extrañeza aquella caja misteriosa y con polvo.

La caja le parecía familiar, pero no sabía de dónde.

—¿Qué son esas cosas?— preguntó tomando entre sus manos varias hojas y sobres. La mayor sonrió nostálgica retirando las hojas y colocándolas a un lado.

—Son algunas fotos y cartas que tus amigos escribieron mientras estuviste en coma, si no hubiese visto la caja debajo de mi cama, nunca habría recordado todo esto.— le tendió la caja con cuidado.— Esperaba que estuvieras mejor para que leyeras todo, lo siento, cariño.

—Entiendo, ¿Puedo ir a mi habitación?— asintió comprensiva.

—Aquí estaré por si necesitas algo, ¿sí, Minnie? Iré a ver televisión.— dijo para luego retirarse del lugar.

Tomó la caja entre sus manos y se dirigió a su habitación. Hizo espacio sobre su cama para sentarse y poner la caja frente a sí. Comenzó sacando las fotos y las posicionó a un costado, luego sacó todas las cartas y algunos sobres (que no eran muchos) que ocupaban mucho espacio por ser grandes.

Muchas de ellas eran de Chan, pidiendo perdón por no ser un buen amigo en cuidarlo, provocando que soltase unas cuántas lágrimas, qué va, fueron muchas lágrimas; es un chico demasiado sensible. Y por si no fuera peor, el australiano había hecho para él varios dibujos, entre ellos un cachorrito parecido a él, y un dinosaurio muy conocido por su grupo de amigos. El dinosaurio de Chan. Sintió tan lindo aquél detalle que no paró de llorar mientras leía las demás cartas del australiano.

Tocó el turno de la carta del australiano menor, Félix. Éste la había escrito en inglés. Lloró más cuando notó que detrás de la hoja, el chico había remarcado una de sus manos, haciéndolo colocar la suya sobre el trazo y sintiéndose morir en el acto. La mano de su amigo es muy pequeña a diferencia de la suya y sabía que esa era su debilidad. Solamente quería estar con él y abrazarlo mucho. Lo extraña.

Sonrió agradecido cuando vió que en el mismo sobre, se encontraba otro papel más, en este, estaba la dirección del australiano, rogando que si logró despertar del coma, lo visitara algún día, ¿Los demás habrán visto tal detalle, lo dejaron pasar o ellos no saben de ello? Algo aquí no cuadraba, imposible no haber notado la dirección.

Siguió leyendo las demás cartas, sintiendo sus ojos demasiado hinchados y su rostro ardiendo por las lindas palabras que le dedicaron sus amigos. Los ama mucho.

En especial la carta de Changbin lo dejó sorprendido, donde le confesó que en algún tiempo antes de que fuesen amigos, gustó de él. Y decía que si no despertaba, se odiaría toda su vida por no haberlo dicho aunque el sentimiento no es el mismo.
Sabía que eso podría ser una broma para hacerlo enojar, rió con sólo imaginar al chico oscuro intentando cortejar. Era absurdo.

Estuvo así varias horas más, leyendo y llorando, acabando varias cajas de pañuelos hasta quedarse sin nada. Cuando la carta de Hyunjin apareció, lo dejó pensativo una vez la leyó. Parecía haber sido escrita por una persona deferente, ese no era Hyunjin el que recordaba conocer definitivamente, la sensación es distinta. Desde la letra, hasta la forma tan peculiar de expresarse. Ese no era él.

Repetía una y otra vez que todo fue culpa suya por meterse entre Jeongin y él. Que él iba a cubrir al pequeño, pero arruinó todo. Que no debió nunca interesarse en SU pequeño. Así lo recalcó.

¿Qué le había pasado a su amigo? ¿Acaso hay una parte que aún desconoce?

Perdió la esperanza de encontrar una carta de Jeongin cuando terminó de leer la de Minho. Lanzó la caja hecho un mar de lágrimas, cuando observó que de ahí, salieron varias hojas más, probablemente del fondo, donde no había visto un pedazo de cartón cubriendo.

Se hincó con cuidado y levantó las hojas regadas. Se reincorporó en su lugar observando con cuidado las hojas dobladas. Sonrió ampliamente leyendo las iniciales "Y.J." en todos los sobres. Desdobló algunos, se trataban de dibujos completamente hechos a mano por el menor. Todos eran retratos suyos en el hospital. En todos había escrito en pequeño alguna línea de las canciones de Day6, su banda favorita. Se sentía a morir por los detalles y lo bien que dibuja el menor. Se notaba que se tomó el tiempo de hacer todo.

¿Exista algo en que el menor no sea bueno? Lo duda.

Había hojas en donde redactó lo que hizo en la escuela, durante el día, lo solo que se sentía sin su presencia; o simplemente pensamientos y sueños que tenía cuando llegaba a dormir un poco. Se preocupó demasiado y no pudo evitar sollozar fuerte. El pequeño sufrió por su culpa, estuvo presente en momentos donde casi lo vió morir frente a sus ojos.

Su corazón se encogió a la vez que encontró otro sobre que decía en letras grandes: Mi más grande secreto.

Dudó en si leerlo o no, para este momento se sentía roto por dentro. Se imaginaba lo difícil que fue para su menor escribir sobre su pasado. Él mismo se había hecho una milésima parte de idea sobre lo que vivió toda su niñez y adolescencia debido a su condición. Pero demonios, no se siente listo completamente para enterarse ahora.

La curiosidad le ganó, viéndose en la necesidad de acabar con toda duda que tuvo/tiene sobre su historia. Respiró hondo, preparándose para lo que viniera.

 Respiró hondo, preparándose para lo que viniera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Resubido 19/09/20

Alexitimia; SeungInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora