Donde Jeongin tiene un extraño transtorno en el que no puede entender las emociones, y Seungmin intenta saber lo que le ocurre para ayudarlo.
🖤 Historia completamente mía.
🖤 Contenido homosexual.
🖤 Aparición de otros ships.
🖤 Aparición de otros...
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Si existe algo que Jeongin no tolera, es el ruido por las mañanas.
¿La razón? Los fines de semana sus vecinos tienden a interrumpir su plácido sueño con el sonido de la música a su máximo esplendor. Lo que le queda es despertarse e iniciar su rutina en altas horas de la madrugada en un día domingo, cuando debería estar descansando, soñando situaciones triviales, hasta en ocasiones estúpidas y levantarse hasta poco antes del mediodía.
Miró el reloj del teléfono y suspiró al ver la hora: 5:23 de la mañana. Debía ser una mala pasada de sus vecinos hacerle esto en su primer día de vacaciones.
Ojalá estuviera en Busan, nunca me pasaban estas cosas; ese pensamiento pasó por su mente mientras frota sus ojitos.
Cerró los ojos dispuesto a recobrar el sueño, y pasados unos segundos los volvió a abrir de tope recordando que justo este domingo sus abuelos y tía vendrían de visita con el pequeño bebé. Se dio un golpe mental por haber olvidado ese pequeño-gran detalle, seguramente su madre ya está despierta preparando todo y él durmiendo.
Se reincorporó regañadientes listo para darse una ducha antes de bajar a ayudar a su madre.
—DicemamáquetequedesdescansandoónoirásaBusanconlaabuela.— habló rápidamente Minho desde el marco de la puerta antes de cerrarla detrás suyo.
— ¿Qué?—preguntó confundido pero el mayor desapareció de la nada y habló tan rápido que no le permitió emitir palabra alguna.
Bostezó y caminó hacia la ducha ignorando las palabras del mayor, pues, no comprendió. Algunas veces le disgusta que Minho adopte costumbres extrañas de sus amigos, como con Changbin, desde hace tiempo comenzó a hablar rápido como él por mero gusto; no le molesta, pero logra hacer que se cuestione si realmente son parientes de sangre ante la actitud del mayor.
Minutos más tarde salió ya bañado y cambiado del baño, no sin antes, mirarse al espejo. Se sorprendió a ver lo rellenito que estaba de la cara, bueno, no sólo de su cara, sino en sí estaba con peso de más.
Negó repetidas veces, desde que llegó a Seúl no ha hecho nada productivo en cuanto deportes o actividades en sí. En Busan, solía caminar mucho al acompañar a su abuela a donde sea que fuera, sin importarle lo incómodo que se sentía estando rodeado de mucha gente desconocida, lo hacía por cuidar de ella. De hecho en ese tiempo siempre estuvo en buena forma, incluso, si la abuela le hacía comer muy bien.
Bajó a la primer planta con dirección a la cocina, encontrándose a su madre y a Minho conversando casi en susurros, al percatarse de su presencia, abrieron los ojos como plato al mismo tiempo que dejaron de hablar. No esperaban que el menor entrara de la nada.
Los miró sin entender acercándose a ellos, su madre negó repetidas veces con la cabeza por su desobediencia, el mayor rió; Jeongin al instante se disculpó como buen hijo y le explicó que el otro hablaba rápido algunas veces y por ello no entendía lo que decía. El regañado fue Minho por jugar sucio con el pequeño.
