Donde Jeongin tiene un extraño transtorno en el que no puede entender las emociones, y Seungmin intenta saber lo que le ocurre para ayudarlo.
🖤 Historia completamente mía.
🖤 Contenido homosexual.
🖤 Aparición de otros ships.
🖤 Aparición de otros...
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Era una noche fría, cuando Hyunjin decidió salir de casa y caminar un rato. Las tareas, la academia, el tema de Jeongin y Seungmin, su familia, el negocio de su padre; estaba cansado, todas sus responsabilidades le estaban carcomiendo la cabeza al punto de sentir estrés.
Estrés que suele calmar fumando uno que otro cigarrillo.
Nadie sabe que fuma desde los dieciséis años, se ha encargado de mantenerlo en secreto principalmente de los chicos.
¿Qué pensarían de él?
Seguramente Bang le terminaría dando un buen sermón como lo protector que es y sobre todo, el pensamiento que tiene sobre adoptar vicios que no son nada favorables para la salud. Por eso y mucho más se ha encargado de mantenerlo como un secreto, total, no es que lo haga todos los días, sólo de vez en cuando.
De tanto caminar sin rumbo alguno, se detuvo a descansar en una de las bancas del parque de la otra colonia. Da la última calada al cigarrillo para luego tirarla al suelo y pisarla, asegurándose de no provocar algún accidente. Se recuesta en la banca y cierra los ojos con lentitud, liberando al fin el humo del cigarro que seguía en sus pulmones.
Soltó un suspiro.
Se mantuvo en esa posición durante varios minutos, minutos en los que se esforzó en no pensar en nada, sólo escuchar el sonido de los grillos y de los pocos autos que circulaban a esas horas de la medianoche. Se daría unos minutos de tranquilidad a sí mismo antes de regresar a casa y volver a la realidad en donde debe actuar como el hijo perfecto que no es y ser alguien que no quiere para mantener a sus padres medianamente satisfechos. Debía aguantar un poco más y al fin sería libre.
— Hwang Hyunjin, ¿Cierto?— se sobresalta al escuchar de pronto su nombre.
Al lado suyo, un chico que parecía ser menor, se encontraba sentado, mirándolo con una extraña sonrisa en su rostro. Éste lo saludó agitando su mano, como si lo conociera de años.
¿Quién era y qué hacía con él a esas horas?
No respondió, en su lugar, se levantó dispuesto a irse y dejar solo a ese chico extraño. Pensó en que fue una mala idea salir tarde de casa, solo.
—Hey, entonces sí eres tú.— el chico toma su brazo sin ser brusco.— Soy un viejo amigo de Jeongin, me llamo Dongpyo.
—Te equivocas de persona.— trata de zafarse pero el menor lo apretó con más fuerza. Su sonrisa se ensanchó, tanto que comenzó a sentir miedo.
—Pensé que siendo amable ibas a aceptar y no tendría que hacerlo a mi manera, pero no me das otra opción.— a pesar de la diferencia de alturas, el menor jala de manera brusca del brazo en que lo sostenía y lo empuja algo fuerte sobre la banca en la que anteriormente estaba.
—No me gustaría hacer algo que no quiero en un lugar tan público, hablemos tranquilamente y todo saldrá bien.— su corazón latía con fuerza y su respiración se aceleró, estaba muy asustado pero no iba a permitir que un chico y menor que él, lo intimide. Pues no entendía nada, y el rostro contrario no parecía para nada una buena señal.
