Donde Jeongin tiene un extraño transtorno en el que no puede entender las emociones, y Seungmin intenta saber lo que le ocurre para ayudarlo.
🖤 Historia completamente mía.
🖤 Contenido homosexual.
🖤 Aparición de otros ships.
🖤 Aparición de otros...
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¿Debería llamarlo? Se preguntaba una y otra vez caminando por toda la habitación, dudoso sin saber qué hacer.
Las palabras de su psiquiatra rondaban por su mente, en algún punto lo convenció y llegó a querer llamar al pelirrojo y contarle toda la verdad en repetidas ocasiones. A pesar de que muchos factores le impedían hacerlo, según él. Factores absurdos pero importantes.
—¿Y si está haciendo algo importante e interrumpo?— Habló en voz alta para sí mismo, despertando al pequeño par de felinos color blanco llamados Pelusa y Bolita que adoptaron sus abuelos para no sentirse solos.
Se sentó junto a ellos como refugio, acariciando a los felinos y recibiendo ronroneos como respuesta.
— ¿Debería llamarlo ya?— no recibió respuesta alguna, normal cuando se trata de a un felino al que le estás hablando.— Parezco torpe hablando con gatos...en qué me he convertido.— se golpeó levemente mientras negaba repetidas veces con la cabeza.— Todo es culpa de Minho.
Tomó el teléfono, buscó rápidamente el contacto del pelirrojo, oprimió el ícono de llamar y esperó impaciente escuchar la voz del mayor.
— ¡Innie!, pequeño, te extraño mucho.— escuchó decir tiernamente al otro lado de la línea, se sonrojó inconscientemente por el apodo, seguía sin acostumbrarse a ser llamado tan cariñosamente.— De pronto te fuiste y no me despedí de ti, ¿te pasa algo?
— Gracias Seungmin.— rió levemente—Sobre eso...quería contarte la verdad, lo que pasa es qu-
— ¡Lo siento! Me gustaría seguir hablando pero mi descanso en el trabajo terminó y me matarán si sigo con el teléfono, hablamos luego. Te quiero.
— Esper-
Y colgó. De nuevo, tendrá que esperar más tiempo para contarle la verdad, quién sabe cuándo volverán a hablar, ya que, su teléfono lo guarda para no distraerse de las terapias y de las actividades recreativas que realiza en el centro al que acude con el psiquiatra. Todo iba de maravilla por suerte, pero espera regresar pronto. Ni hablar de los demás chicos y al pequeño chino de mejillas lindas, Chenle o como él suele llamarlo, Lele; extraña escuchar el bullicio que crean al hablar, porque son muy escandalosos estando juntos.
Por otro lado está contento de poder mejorar como persona y mostrarle a los demás su avance. Se sentía motivado; deseaba que las tres semanas pasaran como rayo para regresar a Seúl.
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Han pasado dos semanas sin tener contacto con Seungmin o algún otro de los chicos. Pero no iba a desanimarse, cada vez se comprendía mejor a sí mismo; ya se le dificulta menos ponerles nombre a sus sentimientos gracias a las pláticas con Eunwoo, que se esmera por ser lo más claro posible.
También comenzó a hacer distintos ejercicios y a practicar deportes en el mismo centro por decisión propia, según él, ya había flojeado mucho y su peso se lo decía; por lo que no le iba nada mal con el ejercicio, de hecho se notaba el cambio y podía decir que le gustaba cómo se veía.
