Alexitimia; SeungIn

28



Cada día su condición iba de mal a pésimo.

Ya no comía, ya no dormía, ya no salía con los chicos, ya no tocaba el piano o asistía a clases de artes. Ya no sabía qué hacer con su vida, ni él mismo entendía lo que le sucedía o qué sentía, negado a acudir a un psicólogo nuevamente que para él no sería más que una perdida de dinero a su madre.

No hacía nada más que ir a la escuela, ir al hospital, y regresar a casa a sentarse y pensar durante toda la noche. Tenía más ojeras que vida y cada vez se le veía más delgado; tanto decir que sus antiguo cuerpo "escultural" había desaparecido por completo a falta de alimento. No es que fuera anoréxico o algo por el estilo. Simplemente carecía de apetito la mayor parte del tiempo.

Sus amigos tratan de ayudarlo y animarlo, pero él simplemente se cierra a todos. Se siente culpable.
Incluso, ignora a Chenle o a Hyunjin quienes más se le acercan intentando convencerlo de salir y superar lo sucedido. Igual para Minho y su madre; pocas veces intercambia palabras con ellos, sólo lo necesario.

A ojos de otro, su actitud es meramente patética. Y es entendible. Pero para alguien que apenas y está relacionándose en el mundo de las emociones; es fatal, desgastante, y nuevo.

Ha pasado un año desde que Félix regresó a Australia para no volver según él; y hace también un año del trágico accidente, desde entonces, Seungmin ha estado en coma y desafortunadamente no ha reaccionado. Ha sufrido varios paros cardiacos y en cada uno de ellos ha estado presente, al menos, por fuera de la habitación en la que está. Ni él mismo entiende como es que soporta ver tal cosa sin al menos llorar. Por dentro sentía que su corazón se encogía, pero por fuera no se nota en absoluto.

Se preguntarán cómo es que ha pasado un año y sigue conectado a la máquina que lo ayuda a respirar; pues, la madre del chico está más que convencida que su hijo va a reaccionar en cualquier momento. Según dijo, su instinto maternal le dice que no lo haga, a pesar de lo mucho que debe estar sufriendo Seungmin siente que es necesario y despertará.

El lado razonable del menor no creía ninguna de esas palabras, pues, para él no tenía sentido y era poco probable que sucediera tal milagro y es comprensible. Pero por otro lado, sabía bien que a tal decisión no le corresponde opinar, así que no dijo nada al respecto.

Y mejor aún si el castaño continúa conectado a la máquina que le ayuda a respirar, podría cuidar de él y contarle sobre sus días, pensamientos, sueños, o cualquier cosa, a pesar de que no sea escuchado; se sentía menos solo estando a su lado. Así como hizo él cuando estuvo inconsciente por unos días, días que jamás olvidaría a pesar de que no fue consciente de lo que pasaba, estaría ahí para él así como Min lo hizo en su momento.

-Hyung, estoy aquí.- entra y cierra la puerta con cautela-Hoy es mi cumpleaños, al fin soy legal.- ríe levemente, toma una de sus frías manos y fue dejado leves caricias- ¿Sabes? Me gustaría que estuvieras despierto...esto te lo he dicho casi a diario, disculpa por ser un pesado.- un carraspeo sale de su garganta antes de continuar- Recuerdo que el día en que me quitaron los brackets, juré que te invitaría a comer mucho curry, en verdad lo hice.- sintió un nudo en su garganta.-Sigo esperando ese día con todas mis fuerzas. Y seguiré esperando el tiempo necesario hasta que despiertes, Seungmin. A pesar de que seas un dramático y algunas veces eres molesto y revoltoso, lo menos que puedo hacer por ti es esperar porque creo que me gustas.-suspira pesadamente- Dije creo porque no lo sé. No sé lo que siento ahora mismo, lo siento, hyung. Podré decirlo ahora mismo, pero no sé si esto será pasajero- acaricia su ahora larga melena.

-No puedo creer que hoy no puedas asistir a tu graduación. Pero no te preocupes, sabemos que eres muy inteligente y habrías logrado graduarte igualmente. Estamos muy orgullosos de ti, Seungmin.