Donde Jeongin tiene un extraño transtorno en el que no puede entender las emociones, y Seungmin intenta saber lo que le ocurre para ayudarlo.
🖤 Historia completamente mía.
🖤 Contenido homosexual.
🖤 Aparición de otros ships.
🖤 Aparición de otros...
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— ¡¿Que le dijiste qué?!
— ¡Lo siento, hyung! Fue lo primero que se me vino a la mente.— se arrodilló para disculparse.— Estoy enojado por algo que me enteré sobre él.— se cruzó de brazos haciendo puchero— Será sólo por un tiempo, lo prometo.
— Y eso no es problema mío.— negó repetidas veces— Tal vez y eso que escuchaste es falso, Minnie. ¿Al menos ya hablaste con él?
— No... seguro si hablamos caigo de nuevo, ¡regresó sin sus brackets y más ejercitado!— suspiró como bobo con sólo recordarlo— Es mi fin.— se dejó caer al suelo, rendido.
— Debo ver eso en persona.— sonrió con malicia— En fin, ¿y por qué no sólo vas, dices la verdad y sigue todo como antes? Estás complicando las cosas sin necesidad.
— No, él sólo juega conmigo, estoy seguro.— se cruzó de brazos, indispuesto a ceder— Me olvidaré de él.
— Como quieras, pero iré a decirle que tu cuento de que somos novios es falso porque lo quiero mucho y no es asunto mío sus peleas.
— ¡No! Por favor, espera unos días.— hizo puchero, casi convenciendo al mayor pero no cedió y siguió su camino en busca del lindo pelinegro.
— Lo siento Minnie, pero lo mío con Innie no es un capricho más.— habló para sí mismo— En verdad me gusta.
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Ante la confesión del castaño, su estado emocional que como normalmente es neutral, cambió a uno impaciente y parecía en otro mundo, no respondía a llamados ni ponía atención a las clases restantes luego de terminar el receso, por lo que los profesores lo reprendieron algunas veces.
Ni siquiera tuvo los ánimos de buscar a su demás grupo de amigos que tanto extrañaba. Sí que le afectó las palabras de Seungmin, lo que tanto temía que sucediera, ocurrió.
Pero, ¿Qué esperaba? Es obvio que algo así iba a pasar.
Tenía inexplicables ganas de llegar de una vez a casa y dormir inclusive si no siente sueño, pero no se lo permitió, decidió aceptarlo y seguir con su vida hasta olvidarlo. Su progreso no sería en vano por algo no correspondido, o de eso quiso convencerse.
La mayor parte del tiempo lo pasó con Chenle, que no paraba de hacer chistes malos o cualquier cosa que se le ocurría para al menos hacerlo reír, cosa en que fracasó y se ganó miradas de confusión en su lugar.
— Lele.— lo llamó y el menor lo miró sonriente.
— ¿Qué ocurre, crush?
— ¿Crees que algún día alguien guste de mí a pesar de como soy?— preguntó tímido y con la autoestima extrañamente baja.
— ¿En serio eres tú?— cuestionó si poder creérselo— Es la pregunta más boba que he escuchado de ti, ¡Claro que sí!— respondió como si fuera lo más obvio.— Siempre habrá alguien para cada persona, su otra mitad, es cuestión de tiempo.— sonrió— Así fue como conocí a Jisung, mi ahora novio que tengo gracias al amarre que le hice.
