Donde Jeongin tiene un extraño transtorno en el que no puede entender las emociones, y Seungmin intenta saber lo que le ocurre para ayudarlo.
🖤 Historia completamente mía.
🖤 Contenido homosexual.
🖤 Aparición de otros ships.
🖤 Aparición de otros...
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Especial Parte 5/5
Los días transcurrieron como rayo y cada vez faltaba menos para que llegaran las tan deseadas vacaciones.
Sólo restaba la semana de exámenes y el viaje de excursión que se realiza como todos los años, para relajarse un poco de las tareas y el seguro estrés que causan los dichosos exámenes.
Jeongin no tenía idea de qué hacer en las tres semanas de descanso. Pensó en ir a Busan a visitar a sus abuelos, pero se vió obligado a descartar tal idea, porque ellos no estarían en casa, viajarían a visitar a una de sus tías por el nuevo bebé que llegó a la familia y es ahora su nuevo pequeño primo. La idea de inscribirse a algún campamento o buscar un trabajo de medio tiempo atravesó su mente, de hecho es una buena idea. Su condición no era la mejor y seguramente no lo aceptarían por ser menor de edad pero inclusive por esas razones, le motivó a de todas formas intentarlo.
Buscar en internet en su ordenador estaría bien.
¿Para qué existían las vacaciones si es aburrido? Se preguntó frustrado, sin más ideas de que hacer además de buscar un trabajo, seguro tendría tiempo libre en el cual tampoco sabría qué hacer.
Oh, cierto. Existen personas que son sociales y menos aburridas que tú, Jeongin. Se recriminó a sí mismo.
— Mis niños, llamó la abuela y avisó que vendrán con la tía y el bebé.—avisó emocionada la mayor desde la planta baja— estarán aquí el domingo para festejar. ¡Hay que preparar todo!
— ¡Al fin veré a otro bebé que no sea Jeongin-ah!— escuchó gritar a Minho desde la habitación de al lado—...no es cierto, Innie, te amo mil.
Forzó una sonrisa tratando de convencerse que es una buena noticia, ¿Será malo pretender estar feliz por unos momentos?
Vendrían sus abuelos, y mejor, la tía estaría presente con el pequeño bebé. Le daba curiosidad ver al recién nacido de cerca, ¡sobretodo, cargarlo! Se sentía tonto al pensarlo, no tenía sentido, pero no podía evitarlo. Estaba ansioso, lo sabía porque su corazón latía con fuerza y no dejaba de suspirar como bobo. Miró el reloj que llevaba puesto en su muñeca derecha; pasaron dos minutos con treinta y seis segundos desde que comenzó a sentirse de esa forma.
Había roto su propio récord.
Suspiró tranquilo y tomó el cuaderno que le regaló Chan por la forma de algodón de azúcar que éste tenía, según el australiano, eran idénticos y comenzó a anotar tal noticia junto lo que ésto le causó. Tal vez sería útil hacerlo de hoy en adelante.
En su interior no entendía por qué el australiano decía que son idénticos si él es una persona, no un cuaderno color rosado. En fin, de todas maneras agradeció el gesto.
Ansiaba con que ya fuera ese "mañana".
No todo eran buenas noticias. Ahora iría a la escuela a rendir su último exámen, y para colmo, de la materia que más le costaba trabajo: Inglés. Terminó de arreglarse lo más rápido que pudo, para desayunar algo ligero y despedirse de su madre.
