31. Ya había dicho que es la perfecta musa

55.3K 9.4K 2.2K
                                    

¡SORPRESA! 7u7 

Dedicado a BerthaCJ, ¡Gracias por siempre intentar interpretar cómo se siente los personajes!

Añadido de la autora para ayudar a una mejor comprensión:

En la mitología griega, las musas (en griego antiguo μοῦσαι «mousai») son, según los escritores más antiguos, las divinidades inspiradoras de las Artes: cada una de ellas está relacionada con ramas artísticas y del conocimiento.

En conclusión, una musa es todo aquello que sirve de inspiración a un artista.

-------

31. Ya había dicho que es la perfecta musa

No comprendo el por qué de esa expresión en el rostro de Ivanna al mencionar a papá, y me intriga, en verdad me intriga por los supuestos antecedentes que hay respecto a su salida de Doble R; sin embargo, ella cambia rápido de tema y vuelve a preguntar sobre mi interés en el arte. En tanto, yo me pregunto si será buena idea dejar pasar esto o no.

—¿Solo el dibujo te interesa?

—No. También la escritura. Te lo platiqué el miércoles —le recuerdo—: mi sueño es publicar una novela gráfica y ese también era el sueño de papá.

—¿Qué tú publiques una novela gráfica?

Eso igualmente llama la atención de Ivanna.

—No. Publicar él una. Yo solo adopté ese mismo sueño como propio —Me encojo de hombros—. Aunque a los dos mamá nos hizo ver que no se vive del arte. Y por lo mismo él buscó ese trabajo en Doble R y yo estudié administración.

—Pero ibas de escucha a la facultad de arte.

Por lo menos me da gusto ver que me está poniendo atención.

—Sí. A talleres de dibujo, pintura, escritura —recuerdo con nostalgia, a pesar de que no fue hace mucho—. Un profesor, en particular, me dijo que soy bueno con la técnica; pero que mi trabajo carece de alma, que me falta esa «gran idea», mayor inspiración... musas.

—La muerte de tu padre puede ser una —dice Ivanna, temiendo mi reacción; pero no es un tema nuevo para mí.

—Sí. Por eso, creo, las primeras historias que intenté escribir y dibujar empiezan con el héroe perdiendo a alguien muy cercano. Aun así, no parece ser una gran musa. Tampoco termino nada.

—¿Tampoco?

—Papá tenía buenas ideas —recuerdo, pues yo mismo revisé sus borradores—, pero todas inconclusas; y no sé dónde están los dibujos que debían acompañarlas. Yo era muy chico cuando murió y no sé dónde los guardó, no pude buscarlos a tiempo y a mamá nunca le interesaron. Hace poco consideré la posibilidad de que pudieran estar en los archivos de Doble R, pero no estoy muy seguro; no sé si él llevaría algo así a la oficina. Ya sabes... puede que dibujara en sus ratos libres.

Miro a Ivanna con esperanza. ¿Puedo derretir su corazón aunque sea un poco? ¿Me ayudaría con eso?

—No, lo dudo —asegura ella, de nuevo intrigándome debido al tono que utiliza. Parece sacar ella misma sus conclusiones, pero en silencio, atrincherándose en sus propios pensamientos. No obstante, antes de que pueda preguntar—: Iré a ver si puedo cazar algo —dice, poniéndose de pie; yendo a platicar con otros invitados, dejándome con la duda.

El asistente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora