41. Un par de inconvenientes

45.2K 8.9K 6.1K
                                    



42. Un par de inconvenientes

IVANNA

Abro mis ojos de golpe y rápido me empujo hacia arriba; sin embargo, al sentir un mareo y me vuelvo a dejar caer sobre la cama.

Resaca.

Vuelvo a incorporarme y busco mi reloj. 6:11 a.m.

Al menos desperté antes que la alarma.

Miro de esquina a esquina mi cama. Luca no está por ningún lado.

«No se quedó aquí. O por lo menos no en mi cama».

Me termino de levantar y me dirijo hacia el baño frotando mis sienes. Dentro hay un regadero de agua, ropa, estrellas doradas, una botella de tequila y el tubo de lubricante.

La factura de lo último todavía la pago en mi culo.

Hago a un lado la laptop todavía sobre el tocador y me miro en el espejo. Dormí con maquillaje, tengo estrellas en la cara y por lo demás solo tengo puesta mi bata. Limpio con crema desmaquilladora mi cara, cepillo mis dientes y me meto a bañar.

Me pongo un vestido gris y, una vez lista, cojo mi bolso, la laptop y salgo de mi habitación.

«¿Luca se marchó?».

Toco la puerta de la habitación de invitados y abro.
No está en la cama pero a un lado si está su maleta.

«Debe estar en el baño».

Cierro la puerta y voy a la cocina. Hay ruido ahí.

—Buenos días —saluda Luca al verme. Tiene frente a él dos platos con sopa y ya está bañado, cambiado, perfumado y peinado—. Fui al supermercado aquí cerca y compré sopa.

Sopa con ramen.

—No... como..

—«No como carbohidratos» —termina por mí—. Lo sé. Por eso una no tiene ramen —aclara y al acercarme veo que es cierto; luego con un gesto me invita a tomar asiento.

Dejo mi bolso y la laptop a un lado y mirándolo de forma criptica me siento.

—Doble ramen para mí —festeja, envolviendo un poco en un tenedor—. También hay jugo —anuncia.

Pruebo la sopa y sabe bien.

—Mi abuelo creció en un rancho y suele decir que la sopa es buena para la resaca —comenta y mira hacia la puerta, incómodo—. Me invité solo a quedarme. Perdón. Cuando te dormiste ya era tarde y ya no quise molestar a Alex —se disculpa.

—Hiciste bien —lo tranquilizo y mientras como saco de mi bolso mi agenda—. Por la mañana daremos seguimiento a cuentas que tengo hace meses —reviso e informo—, y por la tarde iremos a Solatano & Delvecchio. Haremos una prueba para confirmar si es tan difícil como dicen.

—Bien —Luca asiente esperando que diga más. Quizá hablar sobre anoche. Pero no tengo nada para decir. Fue solo sexo. ¿Cuánto tiempo le llevará acostumbrarse?

Después saco nuestros teléfonos del bolso. Miro a Luca a modo de pregunta.

—Mi mamá sabía que no iba a dormir en casa, así que... no creo que haya habido problema.

«Lo olvidó».

—¿Lo enciendo? —Me escucho tentadora, como si jugara...

—Adelante —Él continúa comiendo su sopa.

El asistente ©Where stories live. Discover now