Tranquila Inés

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Ese abrazo provocó que Inés se tele transportase a otro planeta, lo mismo paso con Irene. La de Podemos aprovechó el acercamiento y olió discretamente el cuello de Inés, la verdad tenía un olor tan particular, tan de Inés, podría haber 40 mil olores en una sala que ella reconocería entre todos el de Inés.

Inés lloraba como una niña pequeña, se giro hacia Irene con sus manos tapando su carita por la vergüenza que sentía y enseguida notó el abrazo de Irene. La dejó llorar y esta lo hizo durante cinco minutos. Cuando Irene la notó algo más calmada la cogió la mano y la llevo al baño cerro la puerta y se sentó en el váter sentándola a ella en sus piernas.

Estas mejor? dijo poniéndole el pelo detrás de la oreja, ya que Inés de la propia vergüenza miraba al suelo y eso provocaba que su pelo cayese.

Inés volvió en sí, esa Inés dura, fuerte y arrolladora, la que no se permitía llorar.

Estoy bien, siento el numerito de verdad. Se levanto pero Irene la sentó de nuevo en sus piernas.

Tranquila Inés, eres humana y puedes llorar, y puedes hacerlo delante mío. dijo Irene

Inés se levanto dejándola ahi sentada en ese váter. Cuando Irene entró a la sala del congreso Inés justo salia al estrado.

Toda su fuerza, su dureza hablando a veces, sus ganas y su intensidad salieron con ella dejando a toda la sala atónita, como casi siempre que Ines hablaba, era su primera vez y lo estaba haciendo fenomenal.  Le dio por todos lados a Irene, como hacian ellas siempre cuando se juntaban y la verdad Irene tampoco esperaba menos de ella en su primera vez en el congreso.

Irene sonreía con esa sonrisa sarcástica que ponía cuando un contrincante político le decía algo pero en el fondo esa sonrisa con Ines era diferente, era un poco más dulce, era una sonrisa de complicidad, pero a ella le venía muy bien que se pensasen que era sarcástica.

Inés bajo para dirigirse a su sitio y le regalo una de esas sonrisas también a Irene antes de tomar asiento.

Los meses fueron pasando en el congreso y las idas y venidas de Irene e Inés también. Eran rivales políticas pero esos meses en el congreso compartiendo tantas horas provocaron que se fueran conociendo un poco más cada día y aunque ninguna se lo puse fácil a la otra y aunque de cara al publico eran enemigas publicas, la verdad que dentro de ese edificio la realidad era otra. Eran muy diferentes pero eso creo complicidad, se creó una amistad, lo que una no tenia lo tenia la otra. Se ayudaban y aconsejaban como dos buenas amigas, porque podían aportarse mutuamente muchas cosas que no tenían en su persona.

Crearon una relación bonita con mucha complicidad pero nada más. Ines era muy suya y aunque apreciaba mucho a Irene aunque nunca se lo dijese seguía teniendo esa coraza muchas veces.

Para estas fechas Irene ya sabia porque Inés lloraba aquel día en el baño, le costo pero se lo conto. Los nervios del primer día, la ruptura con Xavi y sus inseguridades, que aunque aparentemente parecia que no tenia, si que las tenia e Irene ya había descubierto esas cosas en ella.

Irene la esperaba la cafetería de al lado del congreso donde muchas veces solían desayunar, era discreta y siempre le daban la misma mesa. Ines llego y solo por como entro en la cafetería Irene, que poco a poco la iba conociendo sabia que venia de mal humor.

Ines se sento sin decir una palabra en la mesa donde estaba Irene.

Buenos días señorita Arrimadas- dijo Irene aposta al ver su reacción la llamo asi.

Irene eh, no me llames así encima- dijo seria.

Irene sonrió dulce- Buenos días por lo menos no?

Ines bajo un poco el gesto tenso, puso su mano encima de la de Irene que estaba en la mesa y se la apreto como gesto de cariño de saludo. Buenos dias- dijo Ines y fue a pedir su desayuno pero Irene ya lo habia hecho por ella, sabia lo que pediria y justo el camarero se lo trajo.

Gracias- dijo Ines.

Me vas a contar que te pasa? dijo Irene en ese tono de confianza que ya tenian.

Nada Irene nada.- dijo la catalana 

Irene ya la conocía de sobra,le costaba mucho arrancar, abrirse, era muy suya. Irene ya la conocía en ese aspecto. Bebió de su cafe tranquila, le importaba mucho Inés, pero a veces era como chocar con un muro de hormigón.

Ines la miraba pensando: ¿no me va a insistir? ¿ no me va a decir que me pasa?

Irene como ya la conocía lo hacia aposta, desayunaba tranquila, sabiendo que en cuestión de minutos Ines se enfadaría más por ella no haber insistido.

Ines la miraba de reojo. ¿No vas a decir nada?

Quiero que me lo digas tu Inés, por dios, que soy yo que soy Irene, por favor deja ya esa coraza, deja de ponertela conmigo.

Ines fruncio el ceño molesta y movía su cafe.

Irene le se quito el zapato y le acaricio la pierna con su pie por debajo de esa mesa. Ambas sabían que eran amigas, que tenían una conexión especial y se apoyaban y llevaban genial fuera del trabajo, pero por miedo a no pensar en algo más, por que muchas veces surgían gestos que no lo hacían dos amigas.

Inés sonrio por dentro pero no se lo mostró a Irene, ella era asi. Sonrio al notar que Irene le acaricio por debajo de esa mesa.

Anoche no dormi nada por las reformas en mi edificio y asi no puedo descansar Irene, no puedo rendir en el trabajo no puedo aplastarte en el congreso. Lo entiendes? dijo Arrimadas.

Irene sonrio mas. Claro, lo entiendo. Vente a casa, estate lo que necesites hasta que acaben las obras. Dijo Irene mientras mordía su tostada.

Solo tienes una cama- se precipito a decir Ines, a pesar de la confianza que tenian Irene la ponia nerviosa.

Lo se Ines, conozco mi casa, es de matrimonio y vivo sola, asique puedes dormir conmigo en la cama o si no duermes en el sofa. No pensaras que te iba a dejar mi cama no? rio

Ines le saco la lengua haciendo burla. Pues hoy cuando acabemos te espero en mi casa, ayudame a llevar las cosas y mejor nos vemos alli, no quiero que nos vean irnos juntas. Dijo mientras tragaba su trozo de tostada.

Vale, te veo entonces allí. Irene sonrió por dentro, sabia lo diferentes que eran lo que chocaban a veces pero también se tenían un cariño especial y eso hacia que todo lo demás pasase. Se rió sola imaginando a la pija de Ines en su casa quejándose por cualquier cosa.

Ines la miro. - Se puede saber de que te ríes Irene?

Se levanto graciosa y se acerco a ella como estirando su cuerpo por encima de la mesa. Pego su cara a la de ella sonriendo con la mesa debajo de su pecho.

DE TI ME RIO DE TI- Dijo haciéndole burla mientras sonreia. Le dio en la nariz  con el dedo. Cogió su chaqueta y empezó a andar. Te veo en el estrado pijotera. Dijo Irene mientras reía.

Sera perro flauta la tia- dijo Ines sonriendo

Irene sonrió al salir de la cafetería la había escuchado y en el fondo le gustaba esa comunicación que habían creado.

Os dejo la segunda parte y ya si que me despido por hoy. Espero a que me digais si os gusta y me dejeis comentarios con vuestra opinion. Solo quiero continuar si de verdad os esta gustando. Me encantará leerlos. Si quereis seguirme en twitter soy  (ayIrenepordios) con arroba delante claro. Si compartis para que la gente conozca la historia sería genial.



Unidas escribamos historia juntasWhere stories live. Discover now