La noche más especial. Parte 2.

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Inés tenía los ojos abiertos como platos contemplando ese camino de velas encendidas que terminaban en esa mesa con mantel blanco rodeada de antorchas. Esos ojazos marrones brillaban de felicidad, no podía creerse que Irene hubiera preparado todo eso para ella. Irene sonreía detrás de ella observando la espalda descubierta de Inés y sabiendo perfectamente la carita que tendría Inés aunque no la estuviese viendo.

Inés se giró con su corazón bombeando a toda velocidad y se lanzó a los brazos de Irene abrazándola.

-¿Qué es todo esto Irene?- dijo emocionada

-Shh- Irene le puso el dedo en los labios haciéndola callar y le agarró de la mano.

Las dos mujeres comenzaron a caminar por ese camino de velas hasta llegar al centro donde se encontraba la mesa rodeada por las antorchas. Irene se colocó detrás de Inés que observaba con ojos curiosos todo y con los nervios a flor de piel. La de podemos le coloco un colgante de plata con forma de llave. Inés pudo notar el contacto y miro la llave que colgaba de su cuello, se giró hacía Irene y la miró a los ojos.

Irene agarro las dos manos de Inés con fuerza mirando a la jerezana directamente a los ojos, esos ojos que hablaban por si solos, porque en los ojos de ambas se podía leer algo muy claro: AMOR.

-Desde que te conocí me arrebataste sin miramientos las llaves de mi alma, de mi corazón, provocando que el órgano más importante de mi cuerpo solo latiese cuando tú estabas cerca. Ha sido un año muy duro y jamás pensé que llegaríamos a este punto Inés, pero hoy estás aquí mirándome a los ojos y yo quiero entregarte esta llave, la llave de mi corazón para decirte que quiero que sea siempre tuya, aunque en el fondo siempre lo fue. Inés, ¿Quieres ser mi novia?- dijo Irene con los ojos brillándole y sin dejar de mirarla.

Dos lágrimas empezaron a caer sin poder controlarlas por el rostro de Inés. La jerezana se abalanzó al cuello de Irene abrazándola, oliéndola, sintiéndola, les había costado tanto llegar a ese punto. Inés la abrazaba nerviosa y con el corazón a mil por hora.

-Sí mi amor, claro que quiero ser tu novia- dijo buscando la boca de Irene y por fin uniendo sus labios con la de podemos. Fue un beso largo, lento, donde sus lenguas jugaron sin parar, donde se dijeron muchas cosas sin hablar, entre ellas que su relación tenía nombre.

La llegada de la cena por parte de la cómplice de Irene corto ese momento romántico.

Ambas mujeres se sentaron a disfrutar de la cena, sin dejar de regalarse miradas cómplices, caricias, besos, risas o simplemente hablar, ya que sentían que el mundo se paraba cuando estaban juntas.

A las 12 de la noche después de disfrutar de esa exquisita cena y del vino que se le subió un poco a la cabeza a ambas las dos se tumbaron en una sábana blanca improvisada en la arena que Irene había preparado para ver las estrellas juntas. Se tumbaron boca arriba las dos con las manos entrelazadas y comenzaron a mirar las estrellas a la vez que respiraban esa paz que producía la playa desierta con el único ruido del mar y las olas al romper.

-Nunca voy a olvidar esta noche Irene- dijo Inés girándose y mirando a Irene que también se giró para mirarla.

-Nunca nadie había hecho algo así por mí. Solo te pido una cosa, que tengas paciencia conmigo, aunque te quiero tengo muchos miedos, nunca he tenido una relación con una mujer y todo es nuevo y difícil para mí. Si vine aquí es porque lo que sentía por ti era más fuerte que todo lo demás, y realmente lo es, porque nunca he sentido algo así por alguien, ni por Xavi, pero te pido que tengas paciencia porque no sé si sabré hacer y llevar esto bien, pero ayúdame a hacerlo bien, no te marches de mi lado.- Inés se acercó y la beso suave en los labios un beso que erizo la piel de Irene.

Los besos y las caricias en esa sábana empezaron a ser cada vez más frecuentes. Inés se puso a horcajadas encima de Irene y esta le desabrocho la cremallera invisible de ese vestidazo que Irene le fue bajando delicadamente. El pecho de Inés quedo totalmente al descubierto ante Irene, ya que con ese escote no se habían puesto nada debajo. Inés sacó también el vestido de Irene y se tumbó encima de ella piel con piel, sus pechos se encontraban presionados contra los de Irene, sentía cada poro de su piel, ambas se sentían y se respiraban, no había paz más absoluta que esa.

Inés buscó la boca de Irene en esa postura sintiendo sus pezones erectos contra los suyos y empezaron a comerse la boca, a jugar con sus lenguas. Irene recogió con sus manos el pelo de Inés haciéndole una coleta con una de sus manos y sin parar de besar esos labios que tanto le gustaban, y así se desató la pasión en esa playa, en esa sábana.

Inés bajo por el cuello de Irene , por sus pechos se detuvo en ellos para moder besarlos y morderlos para luego continuar hacía abajo, besando su tripa, su ombligo hasta llegar a la entrepierna de la que ya era su novia. Inés la miro antes de empezó y luego le paso la lengua de arriba abajo dos veces.

Irene levantó el culo de esa sábana soltando un gemido ahogado que se escuchó en toda esa playa desierta, y es que Inés le hacía perder la cabeza.

Inés estuvo perdiéndose en esa zona de Irene durante una hora sin parar, en cuanto notaba como su novia le mojaba la boca con el placer que le había provocado volvía a empezar, volvía a llevarla a la locura, estuvo así hasta una hora en las que perdió la cuenta de las veces que Irene mojo su boca del placer provocado por ella.

Y así pasó la noche en esa playa, en esa sábana, entre besos, caricias, lametones, pellizcos, arañazos de placer, gemidos roncos, gemidos ahogados, orgasmos y sobre todo pasión y amor, ya que era su primera vez como novias formales. Ambas desataron la locura en esa playa sin importarle lo más mínimo que alguien pudiera descubrirlas.

El amanecer las pilló desnudas abrazadas en esa playa, con las piernas enredadas entre ellas y entre esa sábana. Inés podía sentir los latidos del corazón de Irene su oído ya que se estaba quedando dormida en el pecho de Irene.

MADRE MÍA COMO LAS PILLEN AHÍ DESNUDAS VEREMOS QUE HACEMOS. ESPERO QUE OS GUSTE, HOY NO ME ENCONTRABA MUY BIEN Y NO SÉ LO QUE HABRÁ SALIDO PERO ESPERO QUE NO ESTÉ MUY FEO Y OS GUSTE. EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO, ¿QUERÉIS YA LA VUELTA A MADRID? ¿ O LAS DEJAMOS AQUÍ UN POCO MÁS?

Unidas escribamos historia juntasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora