Unidas escribamos historia juntas

Perdóname. Te quiero

El paseo del Prado de Madrid estaba desierto a esa hora. Madrid silenciosa, sin apenas coches, sin apenas ruidos y sin la presencia de toda esa gente corriendo de un lado para otro.

Ese paseo solo lo iluminaban las farolas y una Luna que parecía ser la única testigo de ver a Montero y a Arrimadas caminar juntas.

Eran las 4.am y las calles estaban desiertas, eran un miércoles y no había grupos de jóvenes bebiendo, o saliendo de algún local, solo se cruzaron con dos personas lo suficientemente borrachas como para no fijarse en quien eran ellas.

Inés no se le borraba la sonrisa de la cara, habían sido dos semanas difíciles, sin encontrarse con la mirada de Irene, y ahora cerraba los ojos y se mordía el labio inferior sonriendo mientras esas imágenes de las dos desnudas en el parque no dejaban de azotar en su cabeza. Se sentía tan libre, tan mujer, tan feliz al lado de Irene. Ella nunca había tenido algo así con nadie, hasta el amor que había sentido por Xavi era comedido, pero con Irene nada era comedido. Todo era un huracán imparable de emociones que entraban en su cuerpo sin ella poder controlarlas.

Irene iba en silencio, sin decir nada, raro en ella, ya que la de podemos nunca callaba con Inés. Siempre había una broma, un chiste, un gesto de cariño. Inés no quiso darle importancia, lo entendía había mareado tanto a Irene, que ahora Irene estaba super controlada con ella.

Inés sonrió y la miro, le agarró la mano y la entrelazo con la suya. Se sintió aun mas libre al ir por la calle de la mano de Irene. Irene cerró los ojos y sintió pinchazo en el corazón. Le encantaría tener eso siempre, estar con Inés, pero se había prometido así misma que eso terminaría, si no lo hacía acabaría más destrozada de lo que estaba. Inés no sabía lo que quería, ni la quería a ella, y no podía permitirse seguir sufriendo, cuando un rato más tarde recibiera la negativa de Inés, que estaba segura que pasaría.

Se soltó con suavidad de la mano de Inés y siguió caminando. Se maldecía por no haber sido capaz de controlar sus sentimientos, por no haber parado ese beso, por rendirse una vez más a Inés, pero es que era su debilidad, no podía evitarlo y o tomaba decisiones drásticas o jamás podría cerrar esa herida, que volvía a sangrarle de nuevo cada vez que acaba desnuda pegada al cuerpo de Inés, porque después de eso lo que ella quería Inés no podía dárselo.

Inés la miro, esos gestos eran totalmente nuevos para ella, no estaba acostumbrada a recibirlos por parte de Irene, más bien Irene estaba acostumbrada a recibirlos por su parte.

Irene...-dijo Inés parándose en seco y mirándola. -¿Qué pasa?- Inés la miraba.

Irene la miró a los ojos haciéndose la fuerte para no llorar, lo que iba a decir le dolía más a ella que a Inés, estaba segura de eso.

-Creo que te he pedido pocas cosas en el tiempo que llevamos siendo amigas o como quieras llamarlo. Nada de lo que te he pedido me lo has respetado Inés. No quiero discutir más, no quiero que nos comportemos como niñas. Hablamos hace dos semanas y te dije que por favor respetases mi decisión. Haz tu vida y déjame hacer la mía. No me lo pongas más difícil de lo que es Inés, por favor.- Irene siguió caminando.

Inés la alcanzó- ¿Y lo que ha pasado hace un rato en el parque Irene? ¿Sexo y ya está?- dijo visiblemente molesta.

Todo el cuerpo de Irene se llenó rabia. No podía creer que le estuviera diciendo eso. La miro fulminándola con la mirada. -¿Sexo y ya está? ¿De verdad crees que lo que ha pasado es eso Inés? ¿De verdad? No tienes ni puta idea de nada, ni puta idea. ¿Que te piensas que voy por ahí follándome a cualquiera? Pues no, no es mi estilo y mucho menos en un parque.- bufo y la miraba llena de rabia.

Inés la cogió del brazo y la paró. Ella también estaba muy enfadada.

-¿QUÉ CREES QUE YO SÍ? EN MI PUTA VIDA ME HE ACOSTADO CON UNA MUJER, NUNCA. EN MI PUTA VIDA ME HE ACOSTADO CON NADIE EN UN PARQUE POR SER INCAPAZ DE CONTROLAR MIS INSTINTOS. Y MI ESTILO SI QUE NO ES ACOSTARME CON ALGUIEN SOLO POR MERO PLACER IRENE. YO HAGO EL AMOR, NO FOLLO COMO TÚ DICES. - Dijo mirándola y gritándole.