Tras la muerte de su madre, Amber Parker tiene que dejar toda su vida para comenzar desde cero con su padre biológico, el politico Daniel Underwood. Nueva casa. Una madrastra y medios hermanos quienes nunca había conocido.
Las cosas comienzan a pon...
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-Disculpa, Cloe. Pero... ¿Quien es este Chad Len?
Le pregunte a mi hermana, quien se encontraba ondulando mi cabello con toda la paciencia del mundo. ¡Y vaya que la tenia! Tenia el pelo casi por la cintura. Ella insistía con que hoy tenia que lucir fabulosa, ya que era mi primera fiesta como parte del clan Underwood, aunque llevara otro apellido, claro.
Me miro con expresión frustrada.
-¿Otra vez? Te lo comente mil veces. -dijo mientras tomaba un listón bordo que contrastaba muy bien con el color de mi cabello. Comenzó hacerme una media coleta.-Chad es amigo mío y de Nick.
-¿Segura que no tendré problemas con él?
Negó con la cabeza mientras me giraba hacia el espejo para que me pudiera contemplar. ¡Cielos! Había hecho un trabajo hermoso con mi cabeza. Delicados rizos caían por toda mi espalda hasta mi cintura, junto a media coleta que estaba sujeta por un pequeño moño bordo que había formado con el listón. Ella comenzó a alisar su cabello mientras yo me aplicaba un poco de mascara de pestañas y algo de color en los labios y mejillas. Entre al cambiador para probarme el atuendo que Cloe insistió en prestarme. Se trataba de un diminuto vestido el cual me quedaba demasiado apretado al cuerpo. A tal punto que me costo muchísimo que la tela bajara por mis caderas, mis bubis se pronunciaban de manera mas exagerada en el escote que de costumbre... Salí a que mi hermana me viera mientras negaba con la cabeza.
-¡Estas fabulosa! -dijo eufórica saltando como si fuera una niña de cuatro años.
-Estoy a esto -junte mis dedos en señal de "poco tiempo"- de que se me escape un seno. Cloe rompió en carcajadas.
-Es la idea, Amber.-dijo mientras continuaba con su risa.
-Me iré a poner otra cosa.
En el instante que dije eso Cloe me tomo fuerte de los brazos y me sentí de prepo en la cama.
-¡Ni loca te cambias! Estas super sexy. Ese vestido te hace unas curvas soñadas.
Puse los ojos en blancos. En definitiva, ella saldría ganando. Me coloque unos zapatos altos que me estilizaban aun mas mi figura. Y tome una chaqueta de cuero ecológico por si tendría frío. Opte por bajar a la planta baja para que Cloe se terminara de alistar tranquila y sin mi persona en el medio. Salí de mi pieza y me dirigí hacia las escaleras. Las baje con sumo cuidado de no tropezarme arriba de estas plataformas de 10 cm aproximadamente. Una vez que aterrice sana y salva fui hacia el living donde, para mi sorpresa, ya estaba mi hermano esperándonos. Llevaba una remera negra que se ajustaba a sus musculosos brazos junto a un jean azul. Se lo veía bastante guapo para ser sincera. Ya era lindo de por si, pero recién aseado y perfumado, mucho mas. Una vez que capto mi presencia me examino de arriba abajo con cautela. Deteniéndose exclusivamente en mi escote. Por un momento me avergoncé. Por ahí era demasiado provocativo. Odiaba sentirme así. No estaba cómoda ni yo misma.
