Tras la muerte de su madre, Amber Parker tiene que dejar toda su vida para comenzar desde cero con su padre biológico, el politico Daniel Underwood. Nueva casa. Una madrastra y medios hermanos quienes nunca había conocido.
Las cosas comienzan a pon...
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-¿Padres biológicos, dice?-consulte con calma tratando de controlar mis ganas de gritarle. La note asentir-Su madre, MI madre, falleció y su padre esta en una clinica de rehabilitación. ¿Como es que Nicolas Underwood tiene poder sobre ellos?
La mujer se quedo mirándome sin saber que responder. Me pidió un minuto y entro a lo que parecía ser el despacho de alguna persona detrás de su ingenuo escritorio. La situación me estaba estresando por demás. Volvió a los minutos.
-Me acaban de avisar que el padre de la criatura le brindo un poder al señor Underwood para tenerlo informado de la situación del pequeño.
-¿Y no hay forma de que yo pueda verlos?
-Como le dije anteriormente, no.
Fue muy contundente con sus ultimas palabras. Hasta dejo de ser la tierna señora que fue apenas ingrese. Salí enfurecida de aquel centro del demonio. Había viajado hasta aquí en vano. En cuanto a informacion de la situacion de adopcion no tenia noticia alguna. ¿Que tal si ya estaban tramitando entregarlo a algunas de aquellas familias? No quería pensarlo, pero me era inevitable. Solo podía rescatar el hecho de haber visto a Ethan, lo cual tampoco fue muy positivo ya que comenzaba a darme cuenta que estaba creciendo a pasos agigantados y poco a poco iba a ser una extraña para el, por la maldita distancia. Derek seguía recargado sobre el vehículo, apenas me vio llegar se incorporo y frunció el ceño al ver que llegaba con mis ojos vidriosos.
-¿Como fue? -pregunto expectante.
-Prefiero no hablar de eso. Ya vamos.
Le respondí de mala manera, pero la realidad era que no me sentía reconfortada para nada, todo lo contrario. El único recuerdo que me quedaba de mi madre, era aquel precioso bebé, y con el correr de los meses ya ni me reconocería. El viaje de vuelta se me hizo mas corto que el de ida, será porque en el anterior vine pensando las estupideces que metió Derek en mi cabeza. Preste atención a su perfil, se lo notaba algo incomodo, seguro era por mi malhumor del principio. Había actuado como una niña caprichosa y el pobre había hecho todo lo posible por traerme. Un sentimiento de culpa comenzó a invadirme.
-¿Quieres? -dije ofreciéndole una barra de cereal que sacaba de mi bolso, negó con su cabeza pero igual saque una para mi ya que me estaba muriendo de hambre.
Eran casi las once y media de la mañana, en treinta minutos saldrían mis hermanos del instituto y yo en cuanto llegara a la mansión tendría que soportar el regaño por parte de Daniel.
-¿Y como sigue esto? -interrumpió mis pensamientos Derek.
-Supongo que tendré que hablar con mi padre, no me quisieron decir nada ellos. Perdon por hacerte venir.
-¿Estas bromeando? Al menos falte a la escuela y estuve contigo-tomo mi mano mientras maniobraba a la perfección con una el volante del conductor-Quería disculparme si te incomode con lo que te dije antes sobre Underwood.
