Tras la muerte de su madre, Amber Parker tiene que dejar toda su vida para comenzar desde cero con su padre biológico, el politico Daniel Underwood. Nueva casa. Una madrastra y medios hermanos quienes nunca había conocido.
Las cosas comienzan a pon...
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[Hola queridx lectoxr, quiero que al finalizar con la lectura del capítulo, leas la nota de autor, donde te muestro algo que seguramente llamará tu atención! ¡Eso si! ¡No te comas un spoilers! Déjalo para el final del cap✨]
Si, abrió los ojos. Los mismos que alguna vez habían albergado un color llamativamente destellante y generador de cualquier clase de suspiros, ahora pasaron a transformarse en el color azul más triste que había visto jamás. Un pigmento, liso, llano, sin vida.
Todavia sin habla, lo vi adaptar su visión a los focos de luces blancos que yacían sobre él, y tras girarse hacia mi y enfocarme con su desahuciada mirada, las maquinas conectadas a su pecho, comenzaron a sonar. Y fue ahí, en ese momento, que percibí sus labios agrietados y resecos, susurrar.
-A-Amber...
Observándolo aún estupefacta, di unos pasos en falso hacia atrás completamente atemorizada por aquel panorama, ¡¿Qué tenia?! ¡¿Qué le había sucedido?! ¡¿Por qué se encontraba en este estado?! Sin quererlo y sin pensarlo, choqué mi cuerpo con el que deducía que se trataría de Tomas, quien me agarro por lo hombros, obligándome a hacerme a un lado, mientras veía a un sequito de médicos o enfermeros, aparecer en escena directos a socorrer de auxilio lo que las maquinas estaban solicitando.
Y fue como si hubiese visto pasar la vida misma, ahí acorralada contra un pequeño rincón, con un sujeto al que que poco conocía reteniéndome para que no estorbara en la única misión que parecían tener esas personas vestidas de blanco...mantener con vida a Daniel. A la misma persona que por años había maldecido, a la misma persona que me había hecho variar de emociones haciéndome viajar desde el odio al amor y del amor al odio en tantas cantidades de ocasiones que ya ni podía recordarlas, a aquel ser que había causado en su propia familia...tanto daño, que ni el mismo se pudo haber llegado a imaginarlo.
-¿Qué...-jadeé primordialmente con la mirada inyectada aún en aquel terrible panorama, como si de una película de terror se tratase y yo lo estuviera mirando de afuera. Pero no, esto no era la ficción y aquella persona, por más que me pesase, era mi padre-...que le esta ocurriendo?-terminé por inquirir sin recaer en que Tomás todavia interponía su cuerpo delante del mío como en una extraña forma de protegerme a lo que yo viese, sin éxito alguno, claro.
El castaño tras agachar su cabeza y remojar sus labios con nerviosismo, se volvió hacia mi.
-Algo en su cuerpo no debe estar respondiendo.-respondió por lo bajo y sin verme a los ojos.
-¿Cómo?-reformulé confusa a la misma vez que intentaba levantar el rostro sobre su hombro y escuchaba como el pulso de Daniel nuevamente se comenzaba a calmar, al menos según los aparatos a los que estaba conectado-¿De que hablas?
