Capítulo 8 (1) - Bastardos

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⭐️🎄Espero que hayan pasado unas excelentes fiestas. Desde lo más profundo de mi corazón deseo que en este 2021 puedan lograr todas metas que se propongan. Y fundamentalmente: Salud, paz y amor💖🎄⭐️

-¿Segura? ¿Ethan también lo es?

Sus dichos detuvieron todo tipo de pensamiento que pudiese habitar en mi, dejándome perpleja, vacilante, desconcertada y todos los sinónimos habidos y por haber de aquellas palabras. Mi rostro se transformó en piedra y juré no percibir aire salir por mi boca.

-¿Cómo mierda sabes sobre él?-logré espetar con mi voz algo temblorosa.

-Existen dos personas en esta vida a las cuales no les puedes mentir, Amber-dijo volviendo a acercarse hacia mi-Una de ellas es tu medico, y la otra, tu abogado.

Entonces, vi pasar casi toda mi vida en lapsus de segundos.

-Quieres decir que...-traté de conjugar sin éxito al ser interrumpida.

-Daniel me lo contó todo.

<<¿Mi padre le había contado todo? >>

Noté mis respiraciones acelerarse a la vez que sentía mi pecho latir de manera frenética. Preguntándome una y otra vez en mi cabeza cual seria el significado del supuesto <<todo>> que Daniel habría compartido para con él.

Aún parados allí, en el costado de la carretera con autos que no paraban de deslizarse a toda velocidad por nuestro lado, tenia la mirada de Thomas iluminada por la noche, a la espera de mi reacción.

-¿Podrías ser más especifico?-inquirí entrecerrando mis ojos, y justo en ese instante, mi taquicardia empeoró al temer por su próxima verdad.

-Que siempre supe de la existencia del cuarto hijo de tu padre-declaró tranquilo, con un estado completamente diferente al mío-, de no ser así jamás hubiese avalado tu porción doble de la herencia.

<<Cielos>> pensé en el instante que sentí el alma regresarme al cuerpo, aunque...no del todo.

-Entonces...-comencé por decir a la vez que separaba mi mirada de la suya para intentar razonar con más tranquilidad-¿Se supone que te mentí en la cara e hiciste como si nada?-formulé por fin algo perpleja.

-Créeme que es más fácil fingir contigo que con Nick.

Já, no pude evitar sonreír de manera irónica y hasta inclusive algo amargamente.

-Vaya amigo...

Yo era la que estaba bajo amenaza, yo era la que se suponía que debía guardar silencio. Yo era quien además, no se animaba hablar por temor a lo que fuese a pasar...pero ¿y él? Como se dignaba a ver la cara de Nicolás todos los días sabiendo algo tan fuerte como aquello...

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