Tras la muerte de su madre, Amber Parker tiene que dejar toda su vida para comenzar desde cero con su padre biológico, el politico Daniel Underwood. Nueva casa. Una madrastra y medios hermanos quienes nunca había conocido.
Las cosas comienzan a pon...
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Me había tomado demasiado en serio lo de quedarme el tiempo que quisiera en la casa de Derek Miller. Eran casi las 10 p.m y yo aun seguía allí. Estábamos ambos sentados en su cama mientras el me mostraba sus nuevos acordes, yo solo sonreía y lo felicitaba por su trabajo ya que no entendía nada sobre música, pero sonaba lindo lo que se oía.
-Tienes talento -le dije mientras el chico guardaba su guitarra- Vas a dedicarte a la música ¿cierto?
-Lamentablemente, no. Mi padre me quiere en su empresa.
-Eso suena triste.
-Triste y aburrido. No nací para vivir con traje y corbata. Y tu...¿Que quieres seguir?
-Literatura o filosofía, aun no me decido.
-¿Y tu padre acepta estas carreras?
-El quiere que este bajo su techo para obtener buenas notas y poder entrar a la carrera que yo quiera.
-No es mal padre, rubia. No tienes idea de lo que son los míos.
-Me evito por diecisiete años. -Derek se encogió de hombros no sabiendo que responderme.
-Tal vez un día puedas perdonarlo.-comento nuevamente el moreno.
Ya me estaba incomodando el hecho de hablar del idiota de mi padre. Me levante de la cama y fui por mis cosas a la cocina, la cual no quedaba lejos, sino a dos o tres metros. Tendría que llamar a un taxi nuevamente ya que había oscurecido.Ya era hora de regresar a la mansión.
-Oye, espera-dijo mientras se acercaba hacia donde me encontraba-¿Te ofendí o algo?
-No, es solo que no me gusta hablar de mi padre. Menos escuchar cosas positivas de el.
-Lo lamento-dijo ahora aproximándose mas hacia mi.
Nos quedamos en silencio observándonos. Mis manos comenzaron a transpirar sudor frío ya que mi cuerpo sabia las intenciones del de Derek. Tomo con su mano mi mejilla izquierda y la acarició, con su otra mano libre me tomo por la cintura para acercarme mas hacia el. Y delicadamente poso un dulce y tierno beso en mis labios. Se lo estaba por corresponder cuando sentí la vibración de mi movil en mi saco, cosa que nos descoloco completamente a ambos en ese momento de tanta tensión. Se separo incomodo rascándose la nuca en señal de nerviosismo. En cuanto mire mi teléfono me encontré con siete ¡SIETE! Llamadas perdidas de Daniel Underwood. <<Dios, van a matarme>> pensé rápidamente.
-¿Ocurre algo, Amber? -pregunto Derek en cuanto vio pánico en mi rostro.
-Disculpa, debo volver a casa, van a matarme por el horario.
-Descuida, yo te llevo. -dijo a la ves que iba a su armario y sacaba dos cascos. Inmediatamente pensé en su motocicleta, nunca me había subido a una. Y a su vez medite en las consecuencias que me podría llegar a traer si me vieran llegar a la mansión arriba de ella. El temor fue opacado por la ansiedad de experimentar esa sensación por primera vez, así que no objete negación alguna- ¿Lista?
