PARTE 12

89 12 9
                                    

El tiempo fue ignorado, empezamos a conversar sobre aquel lugar tan hermoso, mientras jugábamos con nuestras manos, entrelazando nuestros dedos y él teniéndome entre sus brazos, en ese instante empezó a llover, no sabíamos que hacer con exactitud, ninguno se acordaba muy bien del camino.
Empecé a gritarle a mi amiga como loca hasta que me escucho, en eso bajamos de aquel lugar corriendo por  que la lluvia cada vez era más intensa.

cuando ya bajamos y nos quedamos en una caseta a esperar el bus, un anciano nos dijo que el último bus ya había pasado y que ya no había transporte, en ese instante nos quedamos paralizados, mi amiga nos dijo que esperáramos que siempre habían personas que pasaban y era posible que nos dieran un aventón.

Y así fue después de un par de minutos pasó un carro con unos jóvenes que iban de hacer un proyecto, nos saludaron y dijeron que podíamos subir y fue así que nos llevaron a un desvío donde tomaríamos el bus que nos llevaría a casa.

Esa fue una de tantas aventuras que tuve con Santi. Y saben ese día fui castigada por llegar noche a casa, pero valió la pena el castigo.

Los días pasaron, los meses, en fin el primer año de universidad pasó veloz.
Mi relación con Santi cada vez iba mejor y aunque aún no me había pedido oficialmente que fuera su novia, yo actuaba como si lo fuéramos, lo respetaba como tal y le había dado ese lugar en mi vida.

Ese año pasó, ambos terminamos todo con éxito, el segundo año se acerco, y nuestra relación iba súper bien.

Un día Santi me invitó a su lugar favorito, un lugar en medio de un pequeño bosque, lleno de mucho césped y un ambiente fantástico.
Ese día Santi me pidió que fuera novia, no podía creerlo, por supuesto que le dije que SI.

Estaba muy feliz, sentía que era con él con quien quería seguir compareciendo mi vida.

Ignoré que nada dura para siempre y que hasta la persona más buena guarda un oscuro ser.

Para mí Santi era perfectamente imperfecto, ser su novia era lo que tanto había deseado, lo quería demasiado.

Era casi imposible creer que ya éramos novios oficial, la felicidad me salía hasta por los poros. Ese lugar fue testigo de ese día y también del pacto que allí hicimos. Dijo que me respetaría, protegería y que siempre iba a quererme, que era lo más bonito que le había pasado en toda su vida, me abrazo muy fuerte por un buen tiempo, sentía tanta paz y tranquilidad estar entre sus brazos, sentir su respiración tan cerquita, los pálpitos de su corazón, sin duda alguna era lo mejor que me estaba sucediendo en ese instante.

-Siempre estaré para ti y nunca pienso dejarte ir, quiero que seas la persona con la cual pueda compartir mi vida si es necesario.- dijo Santi, mientras continuaba abrazándome.

Lo abracé tan fuerte y respondí: Te quiero tanto.

La vida de Caroline.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt