PARTE 58

35 10 4
                                    

Al ver a Santi me quede atónita, no sabía que hacer.
-¿Podemos hablar?.-me cuestiono, era como si realmente me hubiera estado esperando.

¿Cómo sabía que yo iría ese día?.

-¿Qué haces aquí?, ¿Me estabas esperando?.- Le cuestione, alzando mi brazo para poder safarme de él.

-Solo quiero hablar contigo.- respondió, sin darme respuesta a mis preguntas.

-¿Cómo sabrías que vendría? ¡Me estás controlando!.- respondí, sacada de mí.

-Solo escúchame, quiero que hablemos; después prometo dejarte en paz como tanto quieres.- respondió, irónicamente.

Estaba en shock ¡cómo sabía que yo iría ese día!, ¿De qué quería hablarme?, ¿Debería escucharle?. Eran las preguntas que empezaba a cuestionarme en mi mente.

En eso recibí una llamada de aquel número desconocido que hacía mucho tiempo había dejado de escribirme, no sabía si contestarle o simplemente ignorarle. Al ver que no cesaban las llamadas decidí contestarle:
-Hola mamá ya estoy en la terminal.-respondí, fingiendo que era mi madre la cual estaba en la llamada.

-No digas nada, sólo escúchame; Santi tiene planeado algo en tú contra. Sé que estás en la terminal y también se que él está allí, ha estado esperándote desde hace ratos y no está solo. No tengas miedo, tampoco dejes que te invadan tus nervios; has como que todo está bien. Yo también estoy aquí y prometo que no dejaré que nada te pase ¿Confías en mí?- respondió, cuestionándome a la vez y alertándome.

En ese instante no sabía que hacer ¿Qué estaba pasando en realidad?. Qué tenía planeado Santi, sólo deseaba que aquella pesadilla terminara.

-Perfecto mamá, te marco cuando esté por llegar y claro que confío en ti; se que no me dejarás sola ya que es tarde.- respondí, con todo alto para que Santi escuchara y se diera cuenta que alguien estaría esperándome.

Después de que termine la llamada con aquel desconocido, me dirigí hacia el bus para poder tomarlo; cuando sentí una vez más que alguien me tomo del brazo.
-Puedes dejar de ignorarme y escuchar lo que tengo que decirte.- Escuche, la voz de Santi a mis espaldas.

-No pienso escucharte si antes no me dices cómo carajos sabías que yo vendría este día y no quiero un <<es coincidencia>>, por que estoy segura que no es así.- respondí, con voz fuerte y a la vez haciendo fuerza para sacar mi brazo de su mano.

-Te lo diré, si antes prometes que no te subirás a ese bus, te quedarás aquí y me darás un tiempo para explicarte muchas cosas.- respondió, tan cínicamente.

-No pienso quedarme aquí contigo, y tampoco quiero escucharte. Y si no contestaras a mis preguntas, entonces no tengo por que seguir escuchándote.- le respondí, subiéndome al bus.

Detrás de mí, se subió él también y se dispuso a sentarse en el mismo asiento donde estaba yo. En ese momento me dispuse a sacar mis audífonos y empecé a escuchar aquellas melodías que me hacían despejar mi mente de la realidad.
Tenía miedo, no sabía que hacer; al parecer Santi no me dejaría en paz.

En ese instante se me vino algo a la mente, (aquellos mensajes que había recibido por la mañana). Y si realmente no era ningún compañero, ¡no puedo creerlo!. ¿Esos mensajes fueron de Santi?. En ese momento me dispuse a llamar aquel número, si realmente era de Santi escucharía el sonido de la llamada y si no era de él también lo sabría; tenía que salir de esa duda que de repente se me vino a mi mente.

De algo estaba segura y es que Santi era capaz de todo, no había algo ilógico si pensaba que él podría ser el de los mensajes.
Así que llame, cuando le di llamar al botón; empecé a escuchar como el celular de Santi empezó a sonar. ¡No podía creerlo, carajo!, realmente mi duda era certera. Cuando saco su celular y vio mi número, me observo con el rostro pálido; sabía que estaba por descubrir quién era realmente él (no sabía que yo tenía conocimiento de todo lo que había hecho anteriormente y mucho menos que sabía que tramaba algo).
Al ver que era yo quien estaba llamándole, se hizo de los locos y corto la llamada; luego fingió <<contestarla, asimilando que era su mamá>>. -Te aviso cuando esté cerca mamá, tranquila.- contestó, pensando que de esa forma yo no daría que él era quien había estado escribiéndome por la mañana.

Sabía que Santi estaba completamente loco, ¿Cómo había sido capaz de hacerse pasar por un <<compañero>>, sólo para saber si yo iría a mi casa ese día?. Algo era seguro y es que él algo estaba tramando, sentí un temor muy enorme en mí; pero hice como si todo marchase normal.

En eso se me ocurrió enviarle un mensaje aquel número desconocido, el mensaje decía:
-Hola, disculpa solo quiero preguntarte algo ¿Cómo estás seguro que Santi está tramando algo?.

Un instante después me respondió:
-Lo escuche, el tiene amigos que están dentro de lo que yo ando; voy detrás no tengas miedo, pero finge que todo está bien. Dos asientos atrás de ustedes van unos hombres que andan con Santi, no se que planea en realidad; sólo se que no es nada bueno.
Al leerlo sentí como una vibra empezó a recorrer mi cuerpo, era imposible no tener miedo y más aún no sentir temor, ¿Cómo fingir que todo estaba bien?.

Seguí escuchando aquellas melodías, traté de despejar mi mente y seguir el consejo que me había dado aquel extraño que al parecer seguía empeñándose en ayudarme.

-¿Puedo acompañarte a tú casa?.- preguntó, Santi mientras me quitaba unos de mis audífonos para que yo pudiera escucharle.

-No, gracias; mis padres estarán esperándome en la parada de buses.- respondí, tomando mi audífono y colocándolo en mi oído.

-Envíales un mensaje y diles que te irá a dejar un amigo, así hablamos un poco.-respondió, mientras me volvía a quitar uno de mis audífonos.

-Lo siento, pero ya tengo planes con ellos y si no te molesta; déjame tranquila vale.- respondí, quitándole nuevamente mi audífono.

En ese instante vi como el saco su celular y empezó a enviar mensajes, tenía miedo no sabía lo que estaba ocurriendo o lo que tenía planeado hacer por no aceptar hablar con él.

Pero después de todo aquello Santi no dijo nada durante el resto del camino, llegó a su lugar de destino; se bajó y no dijo absolutamente nada. Fue admirable cómo no volvió a decir una sola palabra.
Cuando se bajo, sentí tanta paz y tranquilidad; en ese momento le envié un mensaje a mi papá avisándole que estaba cerca de llegar, ya que él siempre me iba a recoger a donde me dejaba el bus.

En ese momento recibí un mensaje de aquel número extraño que decía:
-Ten mucho cuidado a la bajada, ya que ellos tienen planeado quedarse contigo. No se que les dijo Santi, pero les dio órdenes; no tengas miedo, me bajare contigo.

-¿Qué hago? Mi papá estará esperándome, temo que le hagan algo por mi culpa.-respondí, llena de miedo y muy atemorizada.

-Tranquila, no dejaré que nada de eso pase. Te bajas e inmediatamente te subes al carro de tú padre, no veas a ningún lado.- respondió.

Y eso fue lo que hice, pero les puedo jurar que el miedo dominaba mi ser....

La vida de Caroline.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu