PARTE 56

27 9 0
                                    

Era un nuevo año, donde había tomado mi decisión quería: estar sola, sanar y sobre todo quería más tiempo para mí.

El tiempo fue transcurriendo, cada día que pasaba sentía tanta paz en mi interior, era como si de repente todo ese dolor estuviera desapareciendo definitivamente.

Un día por la noche mientras me disponía ir a dormir me cayo una llamada de Santi, dude mucho en responderle; tenía ya algún tiempo sin saber de él, pero al ver su insistencia decidí contestarle.

-Hola- respondí.

-¿Caroline?- Contestó, un poco confundo.

-Sí- respondí, sin entender que era lo que deseaba.

-¿Cuándo vendrás a tú casa?- pregunto.

-¿Disculpa?- respondí, confusa y cuestionando su pregunta.

-Veras, quiero que nos veamos; necesito hablarte de algo importante- respondió, sin dar más explicación.

-Santi, yo no quiero verte; no tengo nada de que hablar contigo. Lo qué pasó entre nosotros ya paso ¿podrías solo dejarme en paz?- respondí, un poco sacada de si.
Como era posible que después de todo lo que había pasado, del daño que fue capaz de hacerme; me llamara de la nada diciéndome qué <<quería verme>>.

-Sé que no quieres saber nada de mí, que ya no sientes nada; pero yo si quiero hablarte de algo. Solo te pido una última charla- respondió, con voz rara.

-No me interesa saber nada, tuviste tú oportunidad y no supiste aprovecharla. Yo estoy bien, me siento feliz, por primera vez en mi vida siento tanta paz, tranquilidad y sobre todo me siento bien conmigo misma; ahora vienes tú y de la nada pides ¡que nos veamos de nuevo!. Definitivamente no podría aceptar.- respondí, muy segura de mí.

-Te cause tanto daño, te mentí, eso lo entiendo; se que es imposible que me perdones. Pero quiero con todo mi ser una última charla, te lo ruego por la memoria de nuestro hijo.- respondió, con voz chillona.

No sabía el por qué deseaba que nos viéramos, pero realmente yo ya no quería verle. Sentía que no valía la pena.

-Hace mucho que te perdone, tenía que hacerlo por que solo de esa forma pude encontrar mi propia paz y tranquilidad; no te odio Santi, nunca lo haré. Pero eso no significa que desee verte, yo solo quiero que me dejes en paz; ya no me importa saber nada de ti, ya no me interesan tus palabras. Y algo te pediré, no menciones a mi hijo; por que sí, es mi hijo por que fui la única que lo acepte, que luche por él. Por si no lo recuerdas, tú nunca deseaste que nacieras <<arruinaría tú vida>>.-respondí, ya con voz fuerte.

-Perdón, perdón por mencionarlo; se que es lo que te hice pensar pero realmente yo si lo quise. Era mí hijo también Caroline, solo dame esta última charla.- respondió.

-¿Tú hijo? Hasta ahora vienes a decir eso, claro es que ahora ya no puede arruinarte la vida ¿no?, sabes ya basta Santi; no volveré a caer en tus mentiras, en tus malditos chantajes. Ya no más, me engañaste por mucho tiempo, fui una tonta pero; ya no más- respondí, con voz fuerte y colgándole.

Me molestaba mucho el hecho que mencionara a mi hijo después que deseaba que lo abortara, no podía entenderlo; ¿Qué quería?.

Me dispuse a dormir, no permitiría que él volviera a entrar a mis pensamientos; no lo merecía.

Pero nunca me imaginé que él fuera capaz de hacerme más daño del que ya me había hecho.

No me precaví, no imaginé nunca que él estaría planeando algo en mí contra; ¿Cómo imaginar que él chico que un día quisiste tanto podría hacerte más daño del que alguna vez imaginaste?

Es imposible saber lo que piensan los demás, creemos que por el hecho que nosotros no seríamos capaz de hacer algo, los demás tampoco lo tendrían.
Pero que equivocados estamos, en este mundo existe de todo; hay personas que no se tientan su corazón para hacer una maldad. Debemos de andar precavidos, no confiarnos y mucho menos pensar en que <<él o ella no sería capaz>>.

Hay personas que tienen podridas el alma...

La vida de Caroline.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum