PARTE 63

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Empecé arreglar mis cosas, por la mañana me iría a la ciudad donde estaba estudiando, ya que tenía muchas actividades durante la semana y no podía darme el lujo de perderlas.

Mi cuarto era un completo caos, arregle todo. Empecé con mi tocador, habían muchas cosas que estaban afuera de las gavetas correspondientes, así que acomode todo en su lugar. Después seguí con mi cama, mi ropero y así sucesivamente hasta que finalice.

Eran las 4:30am, no había sentido el tiempo en absoluto, escuché a mis padres levantarse y empezar a preparar todo para irse cada uno a su trabajo.
-¿Qué haces despierta?.- escuche decir a mi madre mientras entraba a mi cuarto de repente.

-¡Rayos!. Me asustaste.- respondí, observándola.

-Perdón, pero vi la luz encendida y quise venir a ver qué todo estuviera bien.- respondió, mi madre.

-Todo está bien, pero debo alistarme ya que debo irme temprano para llegar a tiempo a mis actividades.- respondí, mientras buscaba que ponerme en mi armario, para luego irme a dar un baño.

-Sobre eso, tú padre y yo; queremos hablar contigo.- respondió, mi madre mientras llamaba a mi padre.

-Mamá, yo sé que están preocupados por mí. Pero deben confiar en que no volveré hacer algo así nunca más, estuvo mal lo sé pero; ya aprendí que está no es la mejor solución.- respondí, mientras tomaba mi toalla para irme a la bañera.

-Necesitamos hablar de todo hija, si quieres irte ahora mismo...está bien pero; antes nos debemos una conversación muy seria.- dijo mi padre, mientras entraba a mi cuarto.

Al escucharlo empecé a sentir mucho nerviosismo, si bien; nunca había conversado con ellos. No sabía exactamente qué era lo que iba a decirles, ellos siempre me dijeron: <<Santi no te conviene, cuando te des de narices nos darás la razón>>. Aunque en ese momento pensé que todo se trataba de un error por parte de ambos, debo confesar que no se equivocaron en absoluto.

-Queremos ayudarte, enmendar nuestros errores pero; si tú no nos cuentas lo que te pasa en realidad, se nos hará muy difícil saber que hacer.- dijo mi madre, mientras me tomaba de mi mano.

-Sé que nuestra relación no ha sido la mejor, siempre nos hemos dado de gritos. Pero; queremos realmente hacer las cosas bien de hoy en adelante. Queremos que nos perdones, también deseamos tener la permisión para poderte ayudar en todo lo que necesites.- respondió, mi padre mientras se sentaba al lado de mi madre.

En ese momento mis ojos se llenaron de lágrimas, sabía que si decía algo no iba a poder contener mis lágrimas. Nunca había llorado enfrente de ellos (no después de ser un bebé claro).

-No quiero que me juzguen, tampoco quiero gritos y enojos. Hice las cosas mal, lo sé pero; estoy tan arrepentida.- respondí, al fin entre lágrimas.

-Eso no pasará, prometemos que te sabremos escuchar y darte nuestro apoyo en todo.- respondió, mi madre mientras se levantaba para darme un abrazo.

No pude contener mis lágrimas, sentía algo dentro de mí inexplicable. Siempre había deseado sentir la compañía de ambos en mis momentos de crisis, pero; ahora que los tenía no sabía cómo actuar. Aún tenía miedo, no sabía cómo iban actuar después de saber que su hija estuvo embarazada, más aún; de todo lo que Santi me hizo.

Estaba a punto de confiarle mi vida entera a mis padres.

-Todo empezó cuando estaba en bachillerato, fue allí donde conocí a Santi. Como saben fuimos compañeros por tres años, durante el primero; yo me enamoré completamente de él, al principio me sentía insuficiente para alguien como lo era él pero; con el tiempo me di cuenta que no era así. Santi...Santi...- respondí, llorando y deteniéndome por que sentía que ya no podía más.

-Tranquila pequeña, estamos aquí y nunca más volveremos a dejarte sola.- dijo mi padre, mientras me abrazaba.

-Perdón, esto es muy fuerte para mí. respondí, limpiándome mis lágrimas.-Santi fue mi primer amor, el chico con quien deseaba pasar el resto de mis días, quien estuvo conmigo en momentos muy difíciles. Creí realmente que me quería, me hizo pensar que era así. Fue él quien empezó a hablarme, nunca imaginé que sería capaz de hacerme tanto daño.- añadí, mientras continuaba limpiando mis lágrimas.

-Empezamos una relación donde todo era súper bonito, habían discusiones como en todas las parejas pero; lo solucionábamos rápido. Un día discutimos mucho ya que él quería que tuviéramos relaciones sexuales, yo no me sentía preparada y le dije que no. Él se enojo y debido a su exigencia decidí alejarme de él por un tiempo.- Seguía contándole a mis padres, mientras empezó a sonarle el celular a mi madre.

-Contesta.- dije, mientras me estiraba un poco.

-Esto es mucho más importante.- respondió, mi madre mientras me pidió que prosiguiera.

-Bueno, ha pesar que nos alejamos yo seguía queriéndole muchísimo, había pasado tantos momentos maravillosos con él que se me era imposible olvidarlo. En ese tiempo conocí a otro chico, con quien quise empezar algo nuevo, ya que sentía que mi relación con Santi no era la mejor. Él era muy respetuoso y detallista, Santi se dio cuenta y se interpuso. Empezó a inventar cosas, decía que lo estaban amenazando con matarlo y que si yo no regresaba con él pasaría eso.- seguía contándole, mientras mi padre me interrumpió.

-¿Estuviste en peligro?. Maldición, cómo es posible que no estuve contigo en esos momentos.- dijo mi padre, mientras se llevaba sus manos a su cabeza y las lágrimas empezaron a invadir sus mejillas.

-No quiero que te pongas mal, yo fui la culpable. Le permití todo eso a Santi, me equivoqué. Dije, mientras abrazaba a mi padre.

-Nunca imaginé que estarías pasando un infierno.- respondió, mi madre mientras se unía al abrazo.

-Eso no es lo peor.- dije, mientras empezaba a sentir un profundo dolor en mi pecho.-Santi me empezó ha amenazar, en ese momento no sabía que era él pero; con el tiempo me he dado cuenta de la verdadera realidad. Él me chantajeó para que me alejara de Bladi, el otro chico que había conocido, también hizo de todo para volverme a conquistar y como estúpida caí. Tuve relaciones con él y quede embarazada.- Añadí, mientras lloraba con ese dolor tan inmenso en mi pecho.

Era imposible poder superar aquella etapa de mi vida por completo. Nunca podría olvidar a mi hijo, a ese pequeño que no tuvo la culpa de nada y fue quien pagó por algo que no cometió.

-¡Embarazada!.- dijo, mi padre mientras observaba a mi madre.

-Sí, pero lo perdí.- respondí, llorando a mares.

-Lo siento tanto, perdón, perdón, perdón por no estar a tú lado, por siempre preocuparnos por otras cosas antes que por ti.- respondió, mi madre mientras me abrazaba llorando.

Era imposible seguir contándole todo, ya no podía seguir hablando. Ese nudo en mi garganta me invadió por completo.

Ese dolor que no desaparece...

La vida de Caroline.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora