PARTE 27

47 10 6
                                    

Santi supo todo esto de mí, fue el único en el cual confié mi vida entera, pensé que él sería mí protector, por que desde que le conocí la ansiedad había desaparecido, la depresión ya no estaba, y las cortaduras habían cicatrizado.
Me hizo sentir segura, a pesar de todo lo que pasamos, nuca había dejado de quererle, quizás no entendía algunas cosas, pero aún así seguí con él.

Mi error fue ese, confiar en él, creer que no sería capaz de dañarme, sin embargo no fue así.

Me cambie, puse música y empecé a ordenar mi cuarto, mientras estaba arreglando el cubrecamas, me di cuenta que el anticonceptivo (condón) estaba sobre el colchón, en ese momento supe que ¡no lo había utilizado! como siempre; él nunca quizo protegerse, siempre decía: <<Soy él único que está contigo, no tengo a nadie más, así que no veo la necesidad para hacerlo>>.
Y yo siempre haciéndole caso.

Me asuste, estaba segura que había terminado adentro, así que pensé que lo mejor era pasar por la farmacia comprando una pastilla de emergencia.

Le envié un mensaje a mi mejor amiga, no quería regresarme sola a casa, sentía que no era capaz de hacerlo.
Así que fije una hora con ella (hora en la que ella saldría de clases) para irnos juntas.

De regreso me acompañó a la farmacia a comprar aquella pastilla, ella me noto rara, así que le dije que había terminado con Santi, no le conté los detalles, sentía que no valía la pena.

Cuando llegue a mi casa, mamá había preparado la cena, me dijo que ya estaba servida, en ese instante no tenía hambre, solo quería estar sola.
Así que le contesté: No tengo hambre, comí algo en el bus, me iré a mí cuarto estoy cansada.

Me tumbe en mi cama y comencé a llorar, me sentía rota, sin ánimos, con ganas de morir.

Me sentía sucia, que no valía la pena, era tanto el dolor que sólo deseaba poder arrancar todo de mí.

Recordar cada vez que él había echo de las suyas conmigo, sentía como si algo me estuviera rompiendo en mi interior. Necesitaba tanto los abrazos de mamá, sus amor, su compañía. Pero eso era imposible, nunca había estado pendiente de mi vida.

El dolor y la soledad, eran mi única compañía. Imaginar cómo Santi se había ido sin dar vuelta atrás, como si hubiera estado esperando ese momento, me partía tanto el alma.

No lo pensó, ni lo dudo, simplemente lo hizo. Nunca sintió lo mismo por mí y seguía estando conmigo por satisfacer sus necesidades nada más, me había estado usando como objeto sexual.

Como había podido ser tan ciega y no darme cuenta de todo lo que realmente estaba pasando, por qué había permitido tantas cosas que me causaban daño, por que llame al dolor <<amor>>.

Es frustrate cuando te das cuenta que la persona a la que más has querido en toda tú vida, jamás sintió lo mismo por ti.

Pero mi vida estaba a punto de cambiar aún más.....

La vida de Caroline.Where stories live. Discover now