PARTE 47

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Trate de calmarme y pensar que todo aquello era un broma de muy mal gusto, no quería pensar que estaba al lado de un completo ¡extraño! Por que sí; eso era para mí Santi nunca lo conocí por completo, cada mensaje me sorprendía aún más que el anterior.

Seguí escuchando música, pero en mi mente rondaban aquellas preguntas ¿porqué hizo todo eso?. Y cada minuto que pasaba era un martirio no quería estar con él, el temor se apoderaba de mí.

Durante el camino no nos dirigimos palabras después que él me preguntó si estaba bien.

Llegamos al lugar destinado, nos bajamos del bus y nos adentramos al lugar.

-Primero iremos a comprar las entradas y dependiendo la hora en la que esté la función decidimos si vamos a comer o si lo hacemos después de la función- dijo Santi, queriendo tomar de mi mano.

-¡Perfecto!. Dije alejándome de él y simulando que estaba observando una tienda de ropa.

-¿Te sucede algo?. Desde que veníamos en el bus actúas de una forma diferente- dijo Santi al verme actuar de una forma indiferente con él.

-Todo está bien, no te preocupes- dije volteando a ver a mi derecha.

Nos acercamos a la taquillera y compramos las entradas para la función de las 11:00am, eran las 9:45am, faltaba aproximadamente una hora y quince minutos.

¿Vamos por pizza? Dijo Santi después de haber pagado las entradas.
Cómo gustes- respondí con vos fría.

Llegamos a la pizzería y él se encargó de pedir lo que comeríamos, mis manos estaban sudando muchísimo, estaban súper frías, mis nervios se estaban saliendo de control.

-Iré al baño, ahora regreso- dije con voz nerviosa mientras me levantaba y dirigía hacia los baños que estaban al final.

No vi su rostro, a lo mejor se quedó impresionado; sabía que ya empezaba a sospechar, pero cómo carajos decirle la verdad.

Al llegar al baño lave mi rostro, acomode mi cabello y sin querer mis lágrimas empezaron a resbalar sobre mis mejillas, se fuerte me susurraba a mi misma mientras me veía al espejo y sentía como mi cuerpo se desplomaba.

-Le sucede algo- me pregunto una señora de unos 54 años más o menos.
Todo está bien dije- mientras me volvía a lavar mi rostro, le di una sonrisa y me salí.

Al llegar a la mesa donde estaba Santi ya comiendo, me senté y traté de tranquilizarme, de pretender que todo estaba bien.
Tomé un trozo de pizza, era una de mis favoritas contenía mis ingredientes preferidos (Hongos con pepperoni).

-Me alegra tanto estar aquí contigo, me sentí súper feliz cuando aceptaste mi invitación- dijo Santi mientras comía.

-Sí, es agradable supongo- respondí con mi voz fría y sin ánimos.

-Sucede algo- me pregunto una vez más. 

-Todo está bien, solo me duele un poco mí cabeza- respondí observando mi pizza.

-Al salir vamos por un analgésico, quiero que estés bien para que podamos disfrutar de este día- me respondió.

Seguimos comiendo, pero yo realmente no estaba segura de poder seguir fingiendo que todo estaba bien. Sentía mi estómago echo un revoltijo, en mi mente estaban súper presentes los escritos de aquellos mensajes.
Cuando ya salimos de la pizzería, nos dirigimos a una farmacia donde él me compro un analgésico, después nos dirigimos al cine ya que la función empezaría dentro de unos minutos. En ese instante mi cellular empezó a sonar, era una llamada entrante de aquel número desconocido; en ese instante no sabía si contestar o no.

-No vas a contestar- me dijo Santi mientras escuchaba como sonaba mi celular.

-No es alguien importante- respondí mientras rechazaba la llamada.

-Al parecer tiene mucha urgencia de hablar contigo, deberías de responder- dijo mientras mi celular no paraba de sonar.
Me permites un momento- dije mientras me disponía a aceptar aquella llamada.

Hoo...oola! Dije con voz nerviosa y con mucho miedo.

-Caroline, eres tú- respondió una voz masculina.

-Disculpa, ¿Quién eres tú?- le pregunté muy nerviosa.

-No importa quien soy, lo que importa aquí es que tienes que cuidarte; se que no entiendes nada y tienes toda la razón en no hacerlo. Santi no es quien dice ser, veras el tiene amistades que andan en cosas inapropiadas, él les pidió de su ayuda para poderte mantener a su lado, ahora que tú te mudaste de ciudad no dudo que hará de todo para que vuelvas a creer en él.
Quiero que sepas que yo se todo esto por que yo pertenezco a ese grupo, sin embargo; no estoy de acuerdo con todo lo que él ha hecho e intenta seguir haciendo, tú eres una persona maravillosa; que se que no te mereces todo esto.
Dime algo ¿estás con él ahora verdad?- Me dijo aquel sujeto con voz firme y segura, cuestionándome al final.

Al escucharlo sentía como mi alma se terminaba de romper por completo ¿Qué había sido yo en la vida de Santi? Por qué, ¿ Por qué me hizo tanto daño? ¿Qué es lo que quiere ahora?

Me quede muda, no sabía que contestar; Santi me estaba observando con un semblante que transmitía curiosidad.

Solo me quede callada mientras aquella voz me seguía cuestionando ¿Estás con él?...

La vida de Caroline.Where stories live. Discover now