PARTE 26

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Me puse de pie, me quite la ropa y me metí en la bañera, mis lágrimas seguían recorriendo mis mejillas, sentía como mi vida se estaba desmoronando, tomé una Gillette que estaba sobre un borde que tenía la ducha, pensaba en cortarme las venas y desangrarme, el dolor era inmenso, para mí ya nada valía la pena, sentía que estaba en un mundo donde no podía encajar, quizás no había ningún propósito de mi existencia.

Me hice algunos cortes, pero no tuve el valor de acabar con mí vida, hasta para eso me sentía cobarde, termine de ducharme, tome una toalla y me fui a mi cuarto, no podía parar de llorar, no entendía cómo había pasado todo aquello, después de haber estado abusando de mí durante meses, se atrevió a pegarme y hacerme sentir culpable.

Si algo era cierto es que a nadie le importaba, eso era lo que siempre había creído, lo que siempre me habían hecho sentir, mis padres nunca tenían tiempo para mí, sus trabajos siempre habían sido más importante, mamá no estuvo cuando estaba a las 3:00am deseando morir, mamá no sabía nada de mí, ella solo tenía en claro que su hija estaba estudiando y que no le hacía falta nada material, jamás supo que me hacía falta algo esencial Su compañía, su amor, sus consejos, siempre me hizo falta ella.
Mi papá, mi papá siempre vivía en su mundo, a él solo le importaba su trabajo, algo me había dejado claro que yo no era primordial en su vida.

Mi hermana mayor, a ella nunca le caí bien, desde que estaba en el vientre de mi madre ella ya me odiaba, se encargó de hacerme la vida imposible desde que nací, me lleno de inseguridades, se burlaba de mí, me maltrataba y me hacía mentirle a mis padres con el chantaje que si no lo hacía ya no jugaría conmigo. Para mamá ella era su favorita, siempre la prefirió antes que a mí, a ella siempre era todo, para mí lo que tocará.

Cuando crecimos ella se encargó de hacerme sentir inferior, cometía infinidades de errores y siempre me los echaba a mí y los castigos se hacían presentes siempre.

Nunca tuve un amigo o amiga que se sintiera feliz al estar conmigo, todos los que me hablaban lo hacían con un fin <<Burlarse y  hacerme sentir que no valía nada>>.
La única leal era mi mejor amiga, pero nunca quise exponerle mis problemas, no quería ser una carga para ella también.

Desde pequeña estuve sola, fui depresiva, siempre lloraba por las noches preguntándole al cielo el por qué de tanto dolor, empecé a cortarme mis muslos, cada vez me fui alejando más de las personas, todos me veían como un vicho raro, hasta que entre a la school media, empecé a conocer a personas que con el tiempo se convirtieron en mis amigos, pero las inseguridades siempre estaban presentes, me costaba confiar y creer en alguien.

Hasta que conocí a Santi y permití que acabara conmigo....

La vida de Caroline.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora