PARTE 69

52 6 1
                                    

Después de un rato, ya más tranquila me despedí de mi psicólogo, salí de su consultorio y tomando un taxi me dirigí a mi departamento. Cuando llegue, lo primero que hice fue cambiarme y posteriormente me tumbe sobre mi cama, no sabía que era lo que sentía en realidad, mis lágrimas empezaron hacerse presentes pero estás no eran de dolor o miedo más bien; eran de libertad, me sentía al fin libre. Esa carga que había en mí había desaparecido, ya no sentía más miedo, ni temor.

Tome mi celular y les llame a mis padres. Les hice saber que todo está bien, también les comenté acerca de todo el proceso que estaba llevando cada una de mis sesiones psicológicas, les hablé del gran avance que estaba obteniendo, también les dije que mis ataques de ansiedad ya no se presentaban tan frecuentes, que el miedo estaba desapareciendo y sobre todo; que ya sabía como actuar ante un momento depresivo. Me hizo muy bien expresarme con ellos, después de esto, me propuse a descansar, así que puse un poco de música suave y me dispuse a dormir.

Me desperté por la mañana con mi celular sin carga, me fui a dar una ducha, me cambie y me dirigí hacerme algo para desayunar, era fin de semana lo que significaba que podía descansar y dormir por todo el día si así lo desease. Después de desayunar, me dispuse a ver una película <<La chica del lago>>. Poco tiempo después me quede dormida hasta que el sonido de mi celular me despertó.
-Hola.- Conteste un poco adormitada.

-Hola Caroline soy Santi, ¿podemos hablar?- Escuché decir, haciendo que mis ojos abrieran de golpe.

-Cla, claro.- Respondí, un poco tartamuda.

-¿Cómo has estado, cuándo vienes a visitar a tú familia?.- Me empezó a cuestionar.

-Estoy bien, tengo pensado ir el próximo fin de semana.- Respondí, acomodándome en mi cama.

-¿Será que podamos vernos y conversar?.- Cuestionó.

En ese momento supe que era la oportunidad para afrontarlo y por fin cerrar ese capítulo de mi vida.

-¡Claro! Dime en qué lugar.- Exclamé sin pensarlo dos veces.

-En nuestro lugar favorito de siempre.- Contestó con su voz muy emocionada.

-Perfecto, entonces allí nos vemos.- Respondí, colgando la llamada.

Por primera vez en mi vida no sentía nervios ni miedo, sabía que me había estado preparando para ese momento, no sería fácil pero podía lograrlo e iba hacerlo.

La mañana se pasó rápido, al mediodía decidí hacer el almuerzo (rellenos de papas con salsa de tomate picante en hongos y de bebida una limonada). Después de almorzar me fui nuevamente a mi cuarto, me acosté y me quede dormida de nuevo. La tarde se hizo presente, hice algunas actividades que tenía pendiente y estudié para algunas evaluaciones.

La noche se presentó, me dormí un poco tarde por estar leyendo y escuchando música, al siguiente día la rutina fue casi la misma que el día anterior, con un poco más de estudio y tranquilidad.

La semana inicio de forma extraordinaria, las clases eran muy entretenidas, mi amiga Michi me ayudaba mucho en todo, hasta en subirme el ánimo. La semana iba pasando velozmente. Seguí visitando a mi psicólogo él cuál me seguía ayudando de maravilla, mis padres seguían al pendiente de mí, al parecer mi vida por fin tenía sentido, estaba superando todo mi pasado de la mejor forma, cada sesión era una soltada más de ese dolor que en el pasado había sentido.

Le comuniqué a mi psicólogo que me vería con Santi, este dijo que estaba seguro que iba a lograrlo, que ya estaba preparada para hacerlo. También les hice saber a mis padres que iría ese fin de semana.

Todo parecía marchar bien, el fin de semana se aproximó, viernes por la noche arregle mis cosas, deje la alarma para poder salir a tiempo a los primeros buses. Le envié un mensaje a Santi preguntándole que si aún seguía en pie el vernos a lo que contestó que sí.

Cuando desperté, me duché, cambié y tomando mis cosas me dirigí a esperar el bus, sabía que ese día vería a Santi y no sentía absolutamente nada, era raro por que mis emociones por él al parecer habían desaparecido.

Después de cinco horas de camino por fin estaba a punto de llegar aquel lugar que en su momento había sido testigo de tantas cosas, cuando estaba a unos metros pude observar a lo lejos la silueta de Santi y fue allí donde miles de recuerdos empezaron a invadir mi mente, creía que iba ser fuerte, pero al parecer aquello era mucho más fuerte que yo.

-¿Quieres ser mi novia?- Fue el primer recuerdo que vino a mi mente.

Me senté sobre una piedra que estaba a mitad del camino que me dirigía hacia donde estaba él, dejando que el viento me golpeara empecé a dejar que mi mente me hiciera recordar todo, ese era el día que necesitaba acordarme de todo para luego enterrarlo, ese sería el final de esa historia, de ese capítulo. El libro por fin había llegado a su fin, pese a todo, estaba por lograrlo.

Lágrimas empezaron a resbalar sobre mis mejillas al recordar el momento en que lo conocí, cada palabra, cada detalle, cada salida juntos, cada broma, abrazo, beso y caricia empezaron hacerse presentes, sentía ese dolor dentro de mí, pero ya no era igual que antes, esta vez era completamente diferente.

-Nunca me dejes.- Fueron las palabras que me acordaron de esa vez que estuve por primera vez en sus brazos.

Lo quise tanto, que dolía saber que ya no sentía nada por él, que su mismo actuar había destruido todo aquello. Si tan sólo se hubiera dado cuenta de cuanto lo quería y que mi amor no tenía límites a lo mejor nunca me hubiese maltratado. Pero ya había pasado todo, y estaba a punto de acabar con eso.

-Caroline.- Fueron las palabras que me hicieron volver a la realidad, las que causaron que aquellos pensamientos se esfumaran. Era él gritando mi nombre, dándose cuenta que ya estaba allí.

-Es ahora o nunca.- Susurré, mientras me ponía de pie y me dirigía hacía donde se encontraba él.

Hai finito le parti pubblicate.

⏰ Ultimo aggiornamento: Oct 14, 2020 ⏰

Aggiungi questa storia alla tua Biblioteca per ricevere una notifica quando verrà pubblicata la prossima parte!

La vida de Caroline.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora