PARTE 36

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Cuando estaba en la semana 8, lo que significaba que ya tenía dos meses de embarazo, pasó algo horrible, algo que marcó mi vida.

Por la mañana Santi me escribió diciendo:Quiero hablar contigo, te veo en la universidad.
No le contesté, ese día tenía cita con mi ginecóloga, quien me dio una mala notica.

Mi embarazo estaba en riesgo, mi hemoglobina había bajado muchísimo, ella me dijo:Tenemos que parar, si no ambos morirán.

Entonces decidí hablar con Santi, al final de todo, él era su padre.
Le envié un mensaje y le dije: Hola, hoy no iré a la universidad, te espero en la casa.

Me contestó de inmediato: Llego en treinta minutos.

Cuando llego, no me saludo, parecía molesto.
Subimos a mi cuarto y me pregunto: ¿Cómo estás?.

A lo que respondí: Estamos mal, mi embarazo está mal.
Le expliqué todo lo que mi ginecóloga me había dicho y los riesgos que obtenía si decidía seguir con mi embarazo.

Este sin pensarlo dos veces, después de escuchar todo lo que le dije, respondió: Para, haz lo que te diga la ginecóloga, es lo mejor.

Lo observé y dije: ¿Estás hablando enserio?.

Y respondió: Claro, si te mueres tú no me lo perdonaré, así que lo mejor es que pares; tú ya estás aquí, él o ella no.

Era admirable, después de haberme dicho unos días atrás que me apoyaría, que contara con él me respondía de esa forma, no era lo que imaginaba mucho menos deseaba escuchar de él, entonces dije: No, no lo haré, si me muero perfecto pero lo haré junto a mí hijo; dijiste que me apoyarías ¿Está es tú forma de hacerlo?.

Me observo y dijo: Eres tan testaruda, ¿Qué pasa si mueren ambos? ¿Crees que vale la Pena? O dime si llega a nacer y tú mueres ¿Cress que tus padres me dejarán acercarme a él o a ella? No lo harán me lo quitarán y no tendrá amor ni de madre mucho menos de padre; dije que te apoyaría, pero eso no significa que dejaré que pongas tú vida en peligro sólo por un capricho tuyo.

Para mí no era un capricho, era mi hijo, una vida que crecía dentro de mi día a día y que me había echo amarlo aún sin verle, para mí no era fácil, deseaba tenerle, no por nada había estado siguiendo todas las indicaciones por dos meses, pero eso era algo que él no podía entenderlo.

Nos quedamos en silencio, realmente sabia que nunca podía esperar más de él, fue un error pensar que si.
Eso me demostraba que realmente no deseaba que naciera, que lo veía como un estorbo. Que me había mentido al decirme que me apoyaría y que estaba bien que lo hubiera si era mi decisión, pero realmente ese no era su desear y querer.

Fue un error haberme visto con él ese día y más aún de haberle contado todo lo que estaba pasando, es algo por lo cual siempre me arrepentiré....

La vida de Caroline.Where stories live. Discover now