La vida de Caroline.

PARTE 53

Quise sacarme de mi mente aquella loca idea de llamar aquel número, ya que para mí era esa nada más <<una loca idea>>.
Pero se me fui imposible, volví a tomar mi celular y decidí marcarle una vez más; si esta vez no contestaban entonces ya no seguiría insistiendo.

-Hola, buenas noches- respondió, una voz masculina de unos 40 a 45 años más o menos.

-Buenas noches, disculpe se encuentra Santi- respondí, un poco nerviosa, no sabía ni que era lo que estaba buscando exactamente.

-Disculpe ¿Quién lo llama?- me pregunto aquella voz.

-Soy su novia, ¿usted quien es?- respondí, mintiéndole y con la curiosidad de saber quien era él.

-Entiendo, bueno soy el papá de él ¿cuál es su nombre jovencita? Y por qué le llama a este número, digo él carga el suyo- me respondió aquel señor con total sinceridad.

En ese instante no sabía que contestarle, ¡como que ese número era del papá de Santi! Aquella persona que aún estaba en anonimato tenía razón al decirme que me sorprendería.
¿Pero como era esto posible? ¿Qué estaba pasando en realidad?
-Señorita, sigue allí- me cuestiono el señor mientras yo estaba hundida en mis pensamientos.

-Sí, disculpe estaba distraída; bueno pensé que él andaría este número ya que hace unos días me marcó de este- dije mintiéndole y deseando aclarar todas mis dudas.

-Vera, hace unos meses mí celular se arruinó; entonces tuve que comprar uno nuevo y Santi me hizo el favor de comprarme este chip, ya que mí celular no traía uno debido a que era de segunda mano. A veces él me lo pide prestado ya que dice que este número es importante para él por que le envía mensajes a una persona especial, claro ahora veo que se trata de usted- me respondió con voz amable.

Al escucharlo empecé a sentir un dolor inmenso en mí pecho, me estaba dando cuenta que efectivamente había sido Santi quien enviaba todos esos mensajes amenazándome, fue él quien hizo que me alejara de Bladi; lo hizo con toda la intención de tenerme para él y dañarme, pero por qué carajo lo hizo.

-Entiendo, disculpe tengo que hacer algo; llamaré luego- dije colgándole e impidiéndole que me cuestionara.

En ese instante le escribí aquel número desconocido que me había dicho que hiciera todo aquello.
-Quiero que sepas que llame al número que me amenazaba antes y sí, efectivamente Santi fue el causante de todo.

Después de una hora me respondió.
-Perdona por hacerte pasar un mal rato, pero era la única forma en la cual tú te podrías dar cuenta que él fue quien te causó todo ese daño. Ahora que ya sabes todo sólo te dire que tengas cuidado.

Ese fue el último mensaje que recibí de aquel número desconocido que su dueño siempre permaneció en anonimato, esa era su misión abrirme los ojos y que me diera cuenta que Santi había sido el causante de todo. Pero saber todo aquello dolía más de lo que llegue a imaginar en algún momento.