PARTE 32

49 10 4
                                    

Cuando llegue nuevamente a mi casa (la que alquilaba) me fui a mi cuarto y me desplomé sobre la cama, empecé a llorar, ya no tenía fuerzas, no sabía cómo iba a enfrentar todo aquello, como iba a enfrentar a mis padres, pero sobre todo como iba a decirle a Santi que estaba esperando un hijo suyo.

Pero saber que estaba un ser creciendo en mi interior me dio fuerzas nuevamente, me senté sobre mi cama y empecé acariciar mi estómago, prometí que sería fuerte por él/ella. Que no me iba a desplomar, que iba a protegerlo/la.

Quizás jamás imaginé salir embarazada, tampoco lo planeé, mucho menos lo desee, pero había algo de lo que estaba segura y es que iba a protegerle, había llegado en un momento crítico a mi vida, pero estaba convencida que saldría adelante, que lucharía por ser la mejor mamá.

Decidí ocultárselo a Santi, ya lo nuestro había terminado y aunque le extrañaba, no quería regresar con él, sobre todo no sabía cómo iba a reaccionar.

El siguiente día me desperté muy motivada, prepare algo para desayunar (antes no desayunaba antes de irme a la universidad) pero hoy sabía que no comería solo por mí, lo haría también por ese pequeño/a.

Me fui a clases, cuando salí me dispuse irme a mi casa y descansar, ya que mi ginecóloga me lo había recomendado, mi embarazo era de alto riesgo, mis defensas estaban bajas y reposar me ayudaría muchísimo.

Cuando iba saliendo de la universidad me encontré con Santi, quise ignorarle, pero este tomó mi brazo y me dijo: Tenemos que hablar.

Le contesté: No quiero hablar contigo, entre tú y yo ya no existe nada.

Me soltó y me dijo: Dije que tenemos que hablar.

Lo observé y le dije con voz fuerte: Y yo dije que no.
Y me fui rápidamente.

Cuando llegue a mi casa, me sentía cansada y de repente empecé a sentir un fuerte dolor en abdomen, fui al baño y me di cuenta que estaba sangrando, me asuste mucho así que llame a mi ginecóloga y le comenté lo que estaba pasando.
Me pidió que me fuera rápidamente y que tuviera cuidado.

Salí, tomé un taxi y me dirigí aquel lugar.

Cuando llegue, me atendió rápidamente, me chequeo, para ver lo que estaba pasando.
Estaba muy nerviosa, tenía mucho miedo de perder mi embarazo, me puso un tratamiento y me pidió que reposara mientras esté estaba siendo introducido por la vía venosa.

Después me dijo que había tenido indicios de Aborto espontáneo, que debía tener más cuidado, no enojarme, tratar de estar calmada, que cualquier sentimiento negativo que me llevara a alterarme iba a causar daños como ese hasta podría causar el aborto en total.

Decidí estar lo más tranquila posible, no pensar en nada negativo, por ello también decidí ocultárselo a mis padres y a todo el mundo, a excepción de mi mejor amiga, ella lo supo desde el día uno, dijo que me apoyaba, que sabía que podría salir con eso y más.

Quizás no estuvo físicamente, pero siempre me escucho, me aconsejo y me ánimo, eso es algo que siempre lo tendré en cuenta.

Estuvo en mis días más difíciles...

La vida de Caroline.Where stories live. Discover now