PARTE 42

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Me desmorone una vez más, me dolía tanto saber que las cosas habían terminado así, soñé con compartir mi vida entera con él, pero sus acciones se encargaron de acabar con todo aquello.

Me puse de pie, me lave la cara, me puse un poco de polvo, pase la plancha en mi cabello y me dispuse a irme para la universidad.

Cuando salí del parcial, mi amiga Michi me dijo que fuéramos a comer algo, accedí y la verdad sentí que me hizo bien, me ayudo a despejar mi mente.
Cuando regrese me dispuse a tomar una siesta, me sentía soñolienta, así que me hice un té y luego me quede dormida por un par de horas.

Cuando desperté ya estaba por oscurecer, revisé mi celular y tenía muchos mensajes, unos de mi amigo Moz, otros de Michi, otros de mis demás amigos y otros de Santi.

En uno de ellos decía: Sería posible que quedáramos como amigos,sé que es una estupidez para tí, pero no quiero quedar de enemigo contigo.

Le respondí: Okay.

No sabía que otra cosa responder, no quería seguir hablándole. No después de lo que le había dicho por la mañana, del algo estaba segura es que él no entendía mis palabras; por que a pesar de todo lo que le había dicho seguía pidiendo que fuéramos amigos, realmente estaba fuera de si.

Pensé que sería bueno cambiar mi número, de esa forma perdería toda comunicación con él.

Mi celular empezó a sonar, era un nuevo mensaje de Santi que decía: ¿Cómo te va en tú nueva universidad? ¿Cómo es el ambiente, ya estás adaptándote?
Parecía que se lo había tomado muy enserio el ser "amigos"
No le respondí, tomé mis libros y empecé a estudiar para mi próximo parcial.

Por la mañana cuando desperté, ya tenía mensajes nuevos de Santi que decían: Buenos días¿Cómo amaneciste?.
No sabía el por qué de sus mensajes, el por que de su cambio repentino de pedir perdón.

En mí habían muchas dudas, perder a mi bebé me dejo marcada de por vida, por muchas noches me la pase llorando y lamentando, sintiéndome culpable.

Ahora entiendo el dolor que sienten todas esas madres que han perdido un embarazo, que han perdido un hijo, por que con certeza puedo decir que es el dolor más terrible que una madre puede pasar, sientes como si te arrancasen una parte inmensa de tí, ese vacío gigantesco que te recuerda cada día ese hermoso ser.

Me hice muchas ilusiones con mi embarazo, a pesar de las circunstancias deseaba con todo mi ser poder tenerlo/a en mis brazos, abrazarlo/a, darle todo el amor posible, protegerle, pero eso no fue posible, mi embarazo fue de alto riesgo desde el inicio; quizás fue por todas esas cápsulas que me tome para querer acabar con mi vida o quizás fue simplemente la vida queriéndome dar la oportunidad de conocer al verdadero amor, ese amor chiquito que vive en tú interior día a día, ese pequeño ser que hace que tú cuerpo cambie, que te hace comer cosas que jamás imaginaste.

Trate de cuidarme lo más que pude, pero no fue suficiente, fui culpable que Santi acabara totalmente con mi embarazo; gracias a sus maltratos y más aún a sus golpes hizo que ya no quedaran más esperanzas de vida para ese pequeño indefenso que necesitaba de mi protección y que no fui capaz de dársela, no lo fui por un sentimiento dañino, por pensar e imaginar que en algún momento ese miserable cambiaría, que sería diferente por nuestro hijo, sin embargo; el nunca estuvo de acuerdo con su nacimiento para él era un error, un error que arruinaría su vida.

Me di una ducha y me fui a la universidad, todo marcho bien y la hora de salida se llego, cuando regrese lo primero que hice fue ir a mi cuarto, encendí mi laptop y empecé a buscar respuestas, respuestas a todas esas dudas que estaban acabando conmigo.

Pero como siempre eso no fue posible...

La vida de Caroline.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz