Capitulo 13

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Hydra se encontraba preparando su caballo, en la mañana se irían temprano y lo mejor era estar listo. Aunque unos ruidos la interrumpieron. Vio a Sam intentando evitar que Jon se fuera pero este termino derribandolo. 

-¡Le dije que no podía irse!- exclamo Hydra furiosa mientras tomaba  su espada y iba hacia Sam.- Trae caballo, iré por Grenn y Pyp, hay que detenerlo.- dijo Hydra antes de salir corriendo en busca de sus amigos. 

Al hacerlo se encontraron a Sam con cuatro caballos y siguieron a Jon. Pero de un momento a otro, Sam cayó de su caballo por haberse golpeado con una rama. 

-¿Esta muerto?- pregunto Pyp. 

-Claro que no- dijo Hydra.

-¿Lo atrapamos?- pregunto Grenn. 

-Yo no lo veo aquí, ayudemos a Sam.- dijo Hydra y entre los tres lo levantaron. 

-Te llevamos de regreso a donde perteneces.- dijo Pyp. 

-Pertenezco con mi hermano.- dijo Jon. 

-Ahora nosotros somo tus hermanos.- dijo Hydra. 

-Te mataran si averiguan que te fuiste.- dijo Pyp y se acercaba hacia Jon, al igual que Grenn. Hydra seguía algo molesta con el así que no dijo nada. 

-Los matarán a ustedes, si descubren que vinieron detrás de mí. -Y miró a los cuatro, con el ceño fruncido.

-Sam nos dijo todo. Sentimos lo de tu padre. -Pyp trató de sensibilizarlo.

-Pero eso no importa. -Dijo Grenn.- Hiciste un juramento. No puedes irte.

-Eso ya no me importa.- 

-Pero dijiste las palabras.- dijo Grenn. 

-Escuchen mis palabras y sean testigo de mi juramento.- empezó Sam. 

-Ya me harte de ustedes.- dijo Jon dispuesto a irse pero Hydra se puso al frente de el. 

-La noche se avecina, ahora empieza mi guardia. No terminará hasta el día de mi muerte.- dijo Hydra y Jon la observo atentamente. - Viviré y moriré en mi puesto.

-Soy la espada en la oscuridad.- dijo Grenn. 

-Soy el vigilante del Muro.- dijo Pyp. 

-Soy el fuego que arde contra el frío, la luz que trae el amanecer, el cuerno que despierta a los durmientes, el escudo que defiende los reinos de los hombres. Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, durante esta noche y todas las que estén por venir.- dijeron los cuatro juntos. Sam se acerco a la espada de Jon que estaba en el suelo, la tomo y se la extendió. Jon termino tomándola y Hydra sonrió orgullosa. 

-Sera mejor volver.- dijo Hydra. 

-Si, tu mañana partes temprano.- dijo Sam y Jon observo a Hydra, habia olvidado aquello, se iba a ir sin esperar de que su amigo estaba a salvo de vuelta. 

Se subieron sus caballos para ir de regreso al castillo negro, pero antes de que Hydra pudiera entrar a su cuarto fue detenida por Jon. 

-Neith, ¿Te iras mañana, verdad?- pregunto nervioso, el nunca habia salido, sabia que su amigo tenia mucha mas experiencia que el pero no quería que le pasara nada malo y mas al saber sobre los caminantes blancos. 

-Ya hablamos sobre eso Jon.- 

-Lo se, solo quería saber si ibas a seguir... y ademas, lo siento por lo de la otra vez, no tuve que hablarte así.- 

-Eso ya no importa, lo bueno es que estés aquí... Buenas noche Jon.- dijo Hydra antes de entrar a su cuarto, ahí se acostó con su huevo sobre su abdomen mientras lo acariciaba. 

A la mañana siguiente, Hydra, Lancelot, Edmund y Ghost estaban listos para partir, Hydra tenia su huevo en un bolso en su caballo, se encontraba seguro. 

-¡Neith!- era el lord Comandante. 

-Lord Comandante.- dijo Hydra con respeto. 

-Se que te dije que irías una semana, quiero que vayas por esa dirección, máximo dos días.- 

-¿Hay alguna razón en especifico para ir hacia haya?- pregunto Hydra confundida. 

-Mañana guiare a un gran grupo en busca de Benjen, también para saber mas sobre los salvajes y caminante. Quiero que asegures el perímetro, y nos esperaras con un campamento en dos días de viaje.- 

-Claro lord Comandante, ¿Abra algún tiempo en especifico?- 

-Lo que sea necesario, y buen viaje, Hydra.- dijo y la mencionada sonrió. Le contó a sus amigos lo que le dijo el lord Comandante y se dirigieron por la dirección que le dio el mismo lord Comandante. 

Tal como dijo el lord Comandante, dos días cabalgaron sin parar, no se habian encontrado con nada y cuando cayó la noche, habia terminado aquella hoguera. 

-No debes hacerlo, no voy a mirar como mueres.- dijo Lancelot. 

-Estaré bien, soy una de las ultimas hijas del dragón.- dijo Hydra, estaba claro que su hermana Dany también lo era. 

Hydra se habia puesto una ropa que no ocupaba ya que era obvio que se iba a quemar, entre sus brazos estaba su huevo blanco, su hijo. 

-¿Estas segura de todo esto?- pregunto Edmund nervioso con un palo con fuego. 

-Completamente, enciendela.- dijo Hydra, cuando esta ya estaba completamente quemada, Hydra avanzo lentamente pero con un paso seguro, aquel fuego no le hizo ningún daño. 

Se recostó en el centro y se puso como una bolita, entremedio estaba aquel huevo blanco y lo empezaba a acariciar como todas las noches, no sabia si le gustaba pero a Hydra le relajaba. La chica no podía ver a sus amigos y ellos tampoco a ella y al pasar las horas se durmieron cerca del fuego pero a una moderada distancia. 

Los rayos de luz empezaba a salir, Hydra habia dormido mejor que nunca y junto a su hijo. Cuando Lancelot y Edmund se despertaron se levantaron rápidamente y se acercaron asustados a las cenizas de aquella hoguera pero ahí estaba. Su cuerpo blanco como la nieve estaba algo sucio por las cenizas pero además al lado de ella habia un pequeño dragón blanco. 

-Eres...- dijo Edmund sorprendido. 

-Una maldita diosa.- dijo Lancelot y recién noto que su amiga estaba completamente desnuda, hace mucho que no veía a una mujer desnuda, se sacó rápidamente su capa para cubrir su cuerpo. 

-No soy una diosa.- dijo divertida mientras el dragón soltaba unos raros ruiditos. 

-Es un dragón blanco, se dicen que son uno de los mas poderosos.- dijo sorprendido Edmund. 

 -Y se llama Rhaegar.- 

Lo habia nombrado por su hermano mayor, si hubiera sido hembra la hubiera llamado por su hermana o la reina Rhaella. Pero al no ser así prefirió nombrarlo como su hermano mayor, algo le decía que se hubieran llevado muy bien. 

Ella era una madre de dragones y aquel dragón blanco era su hijo y lo iba a proteger contra todos. 


𝐄𝐋 𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎'𝐍 𝐁𝐋𝐀𝐍𝐂𝐎 | 𝐣. 𝐒𝐧𝐨𝐰Kde žijí příběhy. Začni objevovat