Capítulo 3 [Sorpresas]

11K 640 118
                                    

No olviden comentar y darle una estrellita al capítulo. ;)

***

Janelle Bullrich

Febrero 21.

Empiezo a despertar cuando siento la lengua de algo lamiendo mi cara. Es Rufus mi cachorrito, bueno no es tan pequeño, pero igual sigue siendo mi bebé. Es un Siberian Husky así que no es muy grande. Lo jalo de sus patitas intentando no hacerle daño metiéndole a la cama para dormir otro rato, hasta que escucho como abren despacio mi puerta. Asomo mi cabeza y... No lo puedo creer.

— ¡Janelle! — es mi prima pequeña.

Hoy cumple doce añitos y la amo tanto que casi se me hace imposible que ella esté aquí. Dios, la extrañaba demasiado. Y que haya venido de Australia hasta aquí para pasar conmigo, me hace muy feliz.

—¡Amelia! ¡No lo puedo creer! Dios, estas hermosísima—Rufus sale corriendo hacia ella—. Se supone que solo vas a tener doce años y estas mucho más preciosa que yo, te envidio de verdad— le digo mientras salgo de mi cama a abrazarla con todas las fuerzas y la miro de pies a cabeza mientras ella no deja de sonreír —. Has iluminado mi día.

—Me vas a hacer llorar y sabes que no me gusta—replicó y me reí.

—Ven aquí, quiero que me cuentes como es tu vida en el internado, ¿Conociste a algún chico guapo, te gusta alguien? ¡Ay por Dios quiero saberlo todo! — exclamo más emocionada que nunca.

—Este... Janelle—se puso roja—si me gusta un chico, pero yo no le gusto— dice cabizbaja. La miro, preguntándome ¿Qué es lo que acaba de decir?

—Para—le pedí y levanté su rostro— primeramente, eso es imposible. Dudo mucho que en Australia haya alguna niña más hermosa que tú así que óyeme bien, tu deja tus nervios y le vas a hablar—abrió los ojos exageradamente—. Si, Amelia sé que suena descabellado, pero tienes que intentar saber si en realidad no le gustas, no pierdes nada... espera ¿han hablado alguna vez? — le pregunto cuando me doy cuenta que no se ni siquiera sé quién es, yo no quiero que mi niña sufra por ningún idiota.

Ella tiene que hacerlos sufrir si es el caso, pero mientras yo viva esta niña no va a llorar por ningún hombre.

—Si, él está en mi clase de álgebra y la semana pasada tuvimos que hacer un trabajo juntos, pero me puse tan nerviosa que me porté muy torpe, es más, él se reía de los gestos que hacía cada que me tropezaba— me dice un poco apenada.

—Haber niña, si lo hiciste reír, no importa de la manera que lo hayas hecho, ya tienes cuatro puntos con él. Cuando regreses a Australia me vas a escribir todos los días, quiero estar informada y así te podré ayudar para que él quiera estar contigo hasta que te aburras nena, ¿oíste? — le digo, como si yo fuera la maestra en casos de hombres, yo, que desde hace una semana no me he podido sacar de la cabeza al hombre de ojos grises.

—Si, lo haré, solo no me hagas hacer muchas de esas cosas raras de seducción porque dudo que pueda hacerlo— la miro y estallo en risas recordado aquella vez que le quise enseñar algo de eso y ella empezó a ponerse nerviosa, así que mejor no le enseñe nada.

Sé que es menor aun, pero desde ya tiene que darse cuenta que en cualquier circunstancia, un hombre es demasiado débil ante una mujer, o eso creo.

—Descuida no será nada sobre eso. Algo que sí te pido es que, ante cualquier circunstancia, siempre se tu misma, y si no le gustas, pues él se lo pierde— digo sin mucha importancia — ¿Cuántos años tiene?

—Tiene dieciséis años—me dice bajando la mirada, por poco y me atranco con mi propia saliva.

—Te admiro y te respeto— le digo sin creerlo— pero no dijiste que está en tu clase de...

RULER Libro I  (+21)Where stories live. Discover now