Capítulo 32 [Dolorosa tentación]

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Link de la canción. Still don't know my name [https://youtu.be/vT61w0Gf4n8 ]

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Anton Strauss

Agosto 27

Esperé a que se durmiera en mis brazos por un par de minutos, la madrugada está totalmente fría, por lo cual hace que su piel esté más pálida de lo normal. Las lágrimas aún ruedan por su rostro, a las cuales me encargo de secarlas mientras maldigo mil veces el que toda esa carga de dolor la haya causado yo.

—Es por tu bien Janelle.

La cargué hasta el auto y la dejé en el asiento de copiloto. La observé por unos segundos retirando el cabello de su rostro, sin dejar de detallarla.

—No me disculpo por lo que te hice hacer allí dentro porque sé que para la vida que llevarás de ahora en adelante vas a tener que saber hacer esto y más Janelle. Pero por lo que sí me disculpo, es porque soy yo la razón de que tu vida corra peligro y sea una tortura.

Acaricié su rostro. Esto me afectaba, ella lo hacía. Aun cuando prefiero mil veces que no tenga corazón y compasión para nadie, no deseo borrar por completo su esencia porque sabe mantenerse de pie aun cuando se encuentra en las peores situaciones y eso lo hace sin mi ayuda, su valentía no la quiero borrar de su ser.

Pero quiero hacerle saber que en la vida que llevará no puede permitirse el sentir remordimiento, no entra el perdón, no entra la compasión. El amor...eso me pertenece a mí.

Ahora solo le hace falta aprender a ser y sentirse que está por encima de todos para saber defenderse y aplastar al que desee como la escoria que son, y que al final no vuelva a ser ella la víctima, sino la villana deseosa por más poder y más control.

Y haré lo posible porque se sienta de esa manera, aun sin tenerme a su lado.

— El pasado es como una sombra. No la veremos en la noche, pero está allí, jamás nos podemos deshacer de ella. Y esa maldita sombra jamás abarca los buenos recuerdos o las buenas acciones, solo sabe maldecirte con el recuerdo de las cosas malas y si cometiste alguna, el karma se encarga de hacértelo pagar. Es lo que me está sucediendo con mi pasado, mi demonio.

Los hombres de ahí dentro son de los pocos que sobrevivieron a la masacre, las perforaciones de navaja en el abdomen no fueron suficientes para matarlos. Me encargué de mandar a levantar cuerpos a medio morir en la masacre de hace cinco siete meses. Y afortunadamente escogí bien.

Rodeé el auto y aceleré el deportivo saliendo de ese lugar. Luego de manejar por al menos una hora ella se despertó dando un brinco.

Se relajó y se recostó en el asiento, con el rostro inexpresivo. Y se quedó así, mirando a la nada.

—Antes no tenía que preocuparme por nada, por nadie, no amaba y no pensaba hacerlo, no me preocupaba ser lastimada, porque sabía que no me lo iba a permitir—soltó con rabia.

Respiró hondo antes de seguir mientras yo la escuchaba atentamente.

—Por un momento pensé que sentiría al menos una gota de remordimiento. Pero no. No siento nada, y me da miedo. Miedo porque... ahora sé que puedo asesinar sin un peso encima. ¿Eso está bien o mal?

Me lo preguntaba como si ya no supiera la respuesta, y sé que la tiene más clara que yo.

—¿Por qué deberías sentir remordimiento por personas que no valen la pena? Por personas que te hicieron daño.

—No debería.

—Exacto Janelle. Las cosas malas en esta vida se pagan de una manera u otra. Tal vez no lo hubieran pagado de esta manera, pero tarde o temprano ellos habrían muerto, y te aseguro que si no hubieras sido tú, lo habría hecho yo. Todos en este infierno tienen el tiempo contado, y ellos no eran la excepción.

RULER Libro I  (+21)Where stories live. Discover now