Capítulo 33 [Rules]

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Canción: I feel so close/Calvin Harris [https://youtu.be/KtqQYPUJk8E] 

Ahora que tengo algo más de tiempo estaré subiendo los capítulos más seguido. Así que pronto terminaré el libro, y espero que si llegaste hasta aquí te haya gustado mucho lo que has leído. Y espero que te siga gustando. Antes que todo quería pedirles que por favor, no olviden votar o comentar (lo sé, llego tarde con este pedido) pero sería de mucha ayuda que lo hicieran. Y bueno... disfruten del capítulo que prontito se acercan los problemas. Los amo mucho y gracias por leernos.

***

Janelle Bullrich.

Agosto 28

Escuché un estruendo el cual me hizo saltar despertar de inmediato. Miré a mí alrededor y pestañeando varias veces me ubiqué. Estoy en la casa de Anton, bueno, en nuestra casa. Y él no está a un lado de la cama.

Intento levantarme pero soy detenida por un dolor en mi entre pierna junto con el ardor de los latigazos. Respiro hondo y me levanto. La vista a través de las ventanas es de verdad muy hermosa.

Los muros de rosales alrededor de la casa le dan una vibra elegante a la casa. Las rosas supongo no fue escogido por Anton. El... no parece ser de los que se fijen mucho en esos detalles. La casa, la estructura en sí, estoy cien por ciento que fue escogida por Anton.

Respiro hondo al sentir el olor de comida... quemada. Y la verdad es que tengo demasiada hambre, ayer solo comí una sola vez. Pero claramente no comeré lo que huele así.

Me acerqué al baño y me di una ducha rápida. Me envolví en una toalla y al sentir que el olor no desaparecía y Anton no ha vuelto a la habitación. Decidí bajar.

—¿Anton? —pisé con cuidado de no resbalarme por las escaleras de vidrio.

—¡Janelle! —escuché la voz de Jonathan en algún lado y fruncí el ceño.

Bajé las gradas sosteniéndome con mucho cuidado. La casa en sí, daba cierta paz, era totalmente blanca y las paredes en su mayoría estaban conformadas por cristales, lo cual hacía que la casa estuviera verdaderamente iluminada.

—¿Jonathan?

—¡Por aquí!—gritó él y me guie por su voz, encontrándome con la cocina y en esta, a un muy, pero muy furioso Anton con los brazos cruzados en una esquina.

El olor a quemado de verdad que es horrible.

—¡Hola hermosa Janelle! —Jonathan se dirigió hacia mí... o lo intentó hasta que la voz de Anton retumbó por la habitación.

—No te atrevas a tocarla—espetó con furia Anton.

Jonathan emitió un silbido con las cejas levantadas mientras miraba mi cuerpo y lo hice yo también. Y... mierda, las marcas de Anton estaban por todo mi pecho y una línea muy fina de uno de los azotes se asomaba por encima de la toalla.

—Noche salvaje ¿eh? —levantó las cejas con picardía y me aclaré la garganta algo incómoda, mientras que Anton tenía la misma cara de amargado.

—Mejor dime que pasó—hablé cambiando de tema.

Fruncí el ceño y miré a Jonathan que comenzó a reírse.

—Es que...es que no sacó el aluminio del microondas y este explotó —dijo Jonathan, lo último ya dijo con dificultad y comenzó a reírse a carcajadas.

Giré la cabeza buscando el causante del olor, aparte de lo que se encontraba en la cocina. Y ciertamente ahí estaba un microondas hecho trizas y un plato en el suelo en cientos de pedacitos.

RULER Libro I  (+21)Where stories live. Discover now