[Extra (nacimiento/final)]

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Octavo mes(abril)

Me meto en la bañera nuevamente con Cael al otro lado de la puerta. No entiendo porque lo sigue haciendo, mi accidente fue hace ya algunos meses.

Aunque no dejo de agradecérselo. 

—Ya, puedes irte de mí habitación que ya salgo.

—¿Segura que quieres que lo haga? —dijo al otro lado.

—Si, muy segura—respondí riéndome por sus ocurrencias.

—Está bien preciosa, estaré en la oficina—avisó.

Necesitaba alistarme para ya poder bajar a acabar las decoraciones del Baby Shower. Y aunque mi hermana crea que no estoy muy emocionada, en definitiva lo estoy y mucho.

La sombra de Cael se movió de la puerta y esperé un momento para escuchar la puerta del dormitorio cerrarse, pero no la oí. Esperé un momento más y el timbre del departamento resonó por todo el lugar. Me imagino que Megan ya llegó, y Cael fue a abrirle, así que salí. Visualicé el lugar y al ver que ya no estaba caminé con tranquilidad y cuidado tomando la toalla para cubrirme.

Me iba a acercar a cerrar mi puerta, pero como de costumbre, mi costumbre. La toalla no dura ni un minuto en mi cuerpo penas veo el espejo del peinador, me acerqué a admirar mi vientre de un lado y de otro, acariciándolo. Necesito tenerlos ya en mis brazos... Están demasiado grandes. 

—Janelle...

Tomé la toalla del suelo y me tapé rápidamente lo mejor que puede.

—¡Adrien! —grité y él se volteó de inmediato.

—Lo siento, yo entré junto con tu hermana, dijo que te busqué y se fue a su habitación—explicó apurado.

—¿Y por eso entraste como si nada? —cuestioné intentando moverme al closet.

—No, o sea, si—se puso nervioso—la situación es que te estaba buscando Janelle, y tu puerta está abierta—me reclamó.

—Bien, pianista, ya puedes salir me tengo que vestir—le pedí aguantando los nervios.

—Si...-suspiró y no se movía. No lo hacía y por una extraña razón no esperaba que lo haga. 

Debo estar loca, y bien estúpida para pensar de esa forma ahora.

—¿Qué esperas? —cuestioné aclarándome la garganta y sin esperármelo se comenzó a dar la vuelta con lentitud—¿Qué haces?

Empecé a entrar en pánico. Pero...

—Primero, antes de irme—se fue acercando y tragué grueso—Quiero hacerte una pregunta...

Me quedé estática, me miró fijamente y la respiración se me comenzó a acelerar.

—Hazlo y vete—apenas pronuncié.

—Janelle—se acercó más y por inercia di un par de pasos atrás sin dejar de mirar sus ojos oscuros—¿Es verdad que solo me miras como un amigo? —cuestionó dejándome en shock.

—¿Disculpa?

—Lo que oíste—murmuró.

—Adrien, yo...

—Dime, dime que solo me quieres como tu amigo—pausó y alterné mi vita entre su cuerpo de contextura gruesa pero no mucha y por breves segundos sus ojos oscuros. Sentí mi respiración pesada, y no puedo creer que mi cuerpo de alguna forma reaccione de esta manera— Es una pregunta que me ronda desde la pelea con tu amigo—insistió.

RULER Libro I  (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora