Capítulo 46: Princesas en vilo.

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Él la abrazó por la espalda y ella suspiró.

Lo amaba, lo amaba tanto. Todas las sensaciones de su cuerpo le decían que lo amaba, desde el cosquilleo en su piel hasta el profundo sentimiento que estremecía su pecho a cada respiración. El mero toque de su pecho contra su espalda, el suspiro de su aliento sobre su cuello y el leve raspar de sus dedos gruesos contra los de ella.

En el dedo anular, había un anillo de compromiso, con sólo verlo, Tatiana casi sintió que su corazón estalló de placer.

Entonces él rió, suave y profundo, pudo ver por encima de su hombro como aquellos ojos grises se entrecerraban con alegría y el cabello celeste se le revolvía con el viento. Era tan guapo como un dios, más hermoso que cualquier otro que hubiera pisado la tierra.

Pero... Tatiana estaba consciente que algo no encajaba. Cuando ella se acurrucó en sus brazos, un mechón de cabello rubio platino se deslizó por su hombro y ella parpadeó.

Sí, entendía. Sólo estaba soñando de nuevo el pasado de alguien más.

De repente, los brazos cálidos que la rodeaban desaparecieron y un vació inmenso se abrió a sus pies.

—¿Amor?— ella clamó, pero nadie respondió—, ¿amor?

Sólo había vacio.

Vació y una voz.

Una voz que se acercaba a cada segundo, con la rapidez de las agujas del reloj, palabra por palabra.

"Los corazones más hermosos tienden a volverse piedra" una delicada voz de mujer susurró en su oído, justo antes que despertara.

Para Tatiana no fue una sorpresa despertar fuera de la cama, su sonambulismo había aumentando desde que Lucas se marchará y no estuviera allí para consumir de su mana. Si le sorprendió que fuera frente a esa puerta.

La puerta del pomo azul.

Con los años, se había olvidado de ella. La última vez que había hurgado cerca, no había obtenido más que respuestas esquivas de su padre y de Félix. Luego, con sus hermanas creciendo cada día, los misterios del palacio de de una fallecida princesa de la que nadie hablaba empezaron a volverse meras distracciones.

Tatiana suspiró, tocando el pomo con dedos flácidos.

Olya, Olya.

Asuntos inconclusos.

Los corazones de piedra.

Hermosos.

Hermosos.

Sigue el camino...encuentra la llave.

Olya, se había olvidado de ella otra vez.

Luego recordó a Asteria Whestern, entre su somnolencia y bostezó.

Sí, se supone que Lady Asteria Whestern llegaría en dos o tres semanas con respuestas. Mientras tanto, Tatiana podía dormir.

Al día siguiente, Tatiana ni siquiera recordó haber despertado la noche anterior. Sólo tenía el persistente recuerdo de la risa de un hombre en su mente.

Lady Rimma fue la primera en decirle que no tenía un buen semblante.

—¿Está segura de que quiere salir de sus habitaciones hoy?—ella le comentó, mientras le arreglaba el cabello en bucles, y lo adornaba con un prendedor de girasoles—, parece cansada. Tal vez necesite descansar un poco. Desde el incidente del collar ha estado muy estresada.

¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las princesas?Where stories live. Discover now