Obsesionada con la historia de "Who made me a princess?" Sarah se encuentra con un insatisfactorio final feliz en el que, técnicamente, no todos terminan felices.
¿Por qué Jennette sólo se vuelve una inútil antagonista?
¡Eso no es justo! ¡Ambas s...
¿Quién me convirtió en la hermana mayor de las Princesas?
1er Especial 2020: ¡Feliz cumpleaños, Taña!
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Tatiana despertó con una sola cosa en mente: ya tenía siete años.
Siete años exactos desde que reencarnó en Tatiana, siete años y nueve meses desde que Sarah murió, y uno y medio desde que Sonia Le Foy murió, dejando a su pequeña hija a los designios de Dios.
Mas, por suerte, Tatiana tenía ayuda ahora.
Pastel, Lady Rimma. Le avisaron las voces justo antes de que Lady Rimma, su nana, se abriera paso por su bonita habitación de princesa cantándole feliz cumpleaños. Que tierna era su Rim, Tatiana le sonrió, aún adormilada mientras Rimma y sus mucamas cantaba alrededor de su amplia cama.
—Queríamos sorprenderla aunque fuera despertándola—confesó Lady Rimma, luego de partir el pastel de fresas. Era el favorito de la cumpleañera—, pero la Princesa siempre lo sabe todo—la mujer se quejó, sus ojos verde olivo entristecidos por esa pequeña pena.
Tatiana no podía evitarlo, simplemente sabía ese tipo de cosas.
—Lady Anna, cuidado con el vaso—avisó, antes de que lady Sophie tropezará con su codo el pequeño vaso con jugo que le habían traído para el desayuno. Ya en sobre aviso, Lady Anna lo tomó en el aire.
—¡Ah! La princesa es tan sorprendente. Ni pensar que en un principio no creyó que tendría el don.
Tatiana se encogió de hombros, dejando que Rimma terminará de ajustar su vestido. Era uno nuevo, Claude, tan sencillo y dedicado al mismo tiempo, lo había encargado especialmente para su cumpleaños. Era un hermoso conjunto blanco con flores que hacía resaltar el color de su cabello, ya era una niña de siete años, por lo que había crecido un par de palmos y algunos de sus vestidos favoritos ya no le quedaban.
Al mirarse al espejo, con su cabello bien arreglado en un moño alto y su piel bien cuidada, Tatiana sintió que ese podía empezar a ser uno de sus favoritos.
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