Survivor II Levi Ackerman (en edición - revision)

capítulo 0.1: preludio

前奏曲
❝ 𝐏𝐫𝐞𝐥𝐮𝐝𝐢𝐨 ❞

[Año 848; Ciudad Subterránea ]

Paz, tranquilidad, silencio, parecía casi idílico, hacia mucho tiempo que no se respiraba esa calma en la ciudad subterránea.

Esa calma se expandía también a una de las torres más altas de la ciudad, que solía resguardar a los huérfanos de entre los muros. Probablemente el silencio se debía a que los más pequeños de la ciudad tenían un permiso para salir un día mensualmente a jugar a la superficie. Hecho que algunos de los más mayores habían utilizado para descansar las horas que los gritos y lloros de estos les robaban.

No obstante, la calma que invadía esa torre, estaba a punto de desvanecerse. Una joven de melena castaña casi caoba, y de ojos casi tan oscuros como la noche, corría por los callejones de la ciudad en dirección a la torre. Una vez allí empezó a subir las escaleras con la misma rapidez, casi tropezando un par de veces en el camino.

Su destino: su propia habitación, desordenada, algo sucia y vieja. En la cual no había nada más que un escritorio delante de la ventana, que no tenía cristales, dos armario viejos, uno de ellos ni siquiera conservaba las puertas, un viejo sillón, y acoplada en una esquina, una litera, cuya cama de arriba era ocupada por otra joven, de cabellos casi azabaches y piel blanca, que seguía durmiendo.

— ¡Elodie! ¡Despierta! — gritó la morena desesperada, nada más abrir la puerta de la habitación.

No hubo reacción.

— ¡Elodie! — volvió a gritar, para ver como su contraria, aún en la cama, se giraba completamente contra la pared, ignorándola — Cinco minutos más porfa — susurró.

— ¡Despierta, despojo humano! — gritó de nuevo mientras se acercaba a la litera.

— Mmm... No.

— En serio Elodie, es ¡Urgente! — espetó subiéndose a su cama para zarandearla y lograr que se levantara.

— ¿Tan urgente que ni puede esperar cinco míseros minutos? — dijo ya entreviendo los ojos.

— La policía militar está aquí — mencionó la morena completamente alterada, mientras la otra levantaba una ceja junto a una expresión total de incredulidad, "y para eso me levanta, menuda novedad", pensó internamente para luego cerrar los ojos de nuevo — Pues vale, si te preguntan por mí diles que yo no he sido.

— ¡Elodie! He sido yo — su contraria empezó a incorporarse entonces "vaya, eso sí que es una novedad" pensó.

— Joder Kenna para un día que puedo dormir hasta tarde... ¿Se puede saber que has hecho? — Kenna no tuvo tiempo a responder, ya que alguien acababa de abrir la puerta de un portazo.