Survivor II Levi Ackerman (en edición - revision)

capítulo 3.16: historia reiss

ヒストリア・レイス
❝ 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐑𝐞𝐢𝐬𝐬 ❞

No había podido dormir en toda la noche. Me había pasado el resto de la noche en la cima de los muros de Trost, sentada en el suelo y recostando mi espalda en un montón de cajas de madera, mientras miraba hacia al horizonte, como si de alguna manera eso pudiera darme una especie de solución a mis problemas.

Aún faltaban horas para que la expedición empezara, estaba amaneciendo y seguramente marcharíamos sobre el anochecer para aprovechar la inactividad de los titanes. Debería estar abajo de los muros ayudando a los demás a ultimar los preparativos para la misión, pero, sinceramente, qué pereza.

Al pasar un rato, escuche los pasos de alguien acercándose. Mis días en la granja me habían servido para aprenderme el sonido de los pasos de varios cadetes, supe en cuestión de segundos que era Historia.
A esas horas éramos las únicas personas que se encontraban sobre los muros.

— ¿Hoy hace un día hermoso, no crees? — pronuncié al sentirla lo suficientemente cerca — ¿no llevas escolta? — dije girándome, comprobando que venía sola, seguramente había burlado su escolta personal, por no hablar de su mirada y gestos, parecía enfadada.

— ¿No deberías estar con los demás ultimando los preparativos de la batalla? Suficientes dolores de cabeza has dado, ya como para no estar ni colaborando — si estaba enfadada, probablemente por mi desaparición de la granja, o por haber ocultado tantos secretos, hasta el punto que nadie tenía claro si lo había dicho todo.

— ¿Qué pasa su alteza? ¿Le ofende que no le haya recibido arrodillándome y besándole los pies?

— Evita usar esos formalismos conmigo ¿quiere?, trátame como un igual — respondió — Ahh... estoy molesta por la situación, la expedición, el sótano, quienes volverán o no... y me preguntó si Ymir estará con ellos todavía — dijo eso último en un tono de voz más bajo — y bueno... que tú estés aquí expectante como si nada — no respondí a sus quejas, en cambio, ella se sentó a mi lado para luego seguir quejándose — además, te perdiste el golpe que le di a Levi — solté una risa vaga ante su comentario.

— Tranquila, eso me lo han explicado con todo lujo de detalles — dije virando otra vez mi vista hacia los soldados — Muchos de ellos no volverán... — musité ignorando casi todo lo que había dicho.

— Y aunque no vuelvan todos ¿Tú crees que ganarán? ¿Qué lograrán la victoria? — preguntó sentándose a mi lado.

— Sé que llegarán a ese maldito sótano. Eso todo lo que la humanidad necesitará por el momento. Ganarles a ellos, es el primer paso para creer que pueden enfrentarse a lo que hay más allá de los muros — respondí con condición.

— Entonces... ¿Lo que hay escondido en ese sótano a ti no te parece relevante? ¿Tú solo quieres derrotar a tus viejos amigos? — comentó con cierta ironía al final.

— Oye, estoy segura de que vosotros les conocíais mucho mejor que yo, compartíais cuarto, comedor y baños ¿Cómo no os pudisteis dar cuenta de que ocultaban algo viviendo con ellos dos años? — ironice con cierto humor.

— Eso me lo pregunto yo todos los días — suspiro y dejo que unos segundos pasaran para formular su siguiente pregunta — Pero sigues sin haber respondido a mi pregunta... si la victoria es tu prioridad, ¿dónde queda el descubrir que hay en ese sótano?

— Eso a mí no me importa — respondí — creo que es más importante luchar por darle esperanza a la humanidad.

— ¿Por qué si conocieran aquella verdad sin esperanza sería el caos, no? Así que es por eso que guardas tantos secretos... ¿No?— no respondí, deje que el silencio le sirviera de respuesta — Eres el único cadete de la legión de reconocimiento que no quiere salir de entre los muros... tú ya sabes lo que hay en ese sótano — añadió, se notaba molesta, más de lo normal, pero se están conteniendo a sí misma.

— Me hago una idea — sus ojos se fruncieron por unos segundos.

— Cuando vuelvas vas a ir a prisión — dijo susurrando y arrastrando una mano por su cabellera rubia. Estaba desquiciada — intentaré que no te ejecuten, pero no te aseguro nada.

— No tienes que preocuparte por eso Historia. No volveré — me miro callada unos segundos, casi como si estuviera procesándolo todo.

— ¿Planeas dejar que te maten? — preguntó casi con molestia.

— Si la suerte está de mi lado, volveré al lugar del que provengo — me fije en su mirada, en sus ojos completamente abiertos y seguí hablando — desde allí me las puedo ingeniar para ayudaros mejor, desde aquí tengo las manos atadas.

— Tú eres... — farfulló aun sin saber bien cómo continuar, yo, en cambio, negué con mi cabeza, a modo de "no yo no soy un titán" — ¡¿Qué diablos hay en el exterior?! ¿No está plagado de titanes? — preguntó algo alterada.

— Más allá de los muros está el mar y más allá del mar, solo hay humanos que no se cansan de matarse entre ellos, los titanes son de nuestros últimos problemas — solté sin más, ella sabía que no conseguiría una respuesta detallada — ¿Debería explicarte que es el mar? — pregunté sin más.

— Debería delatarte — sentenció, ignorando mi pregunta.

— ¿Y perderías esa oportunidad? Entiendo que no quieras confiar en mí plenamente, ni yo estoy segura de lo que pueda lograr, pero mi verdadero apellido, representa a una familia muy importante... Aún no sé cómo, pero puedo hacer que descarten este lugar de sus objetivos militares, si juego bien mis cartas puedo daros tiempo para que os preparéis, no es por ofender, pero estáis bastante atrasados con el resto del mundo.

— ¿Por qué me lo cuentas? ¿Por qué ahora? ¿Por qué a mí? — inquirió con cierta rabia pero intentando mantener la calma.

— Te lo cuento porque eres la reina, ¿es obvio, no? — suspire exhausta — además tú también guardabas un secreto con tal de que no vinieran a matarte, ¿igualitas, no? — solté una risa floja — solo que tú has acabado siendo la reina, y yo si me quedo aquí terminaré en el calabozo.

— ¿Por qué debería confiar en ti? — cuestionó.

— Porque no tienes muchas más opciones — dije sinceramente.

— Entonces... ¿Tienes un plan? — asentí, ella dejó que unos segundos pasaran antes de seguir hablando, estaba pensando — Te delataré mañana al medio día, para entonces ya estaréis todos en Shiganshina, pero no mencionaré lo de tu plan, hasta que no reciba ninguna señal de que has logrado algo... — sus palabras me hicieron saber que no confiaba en que yo sobreviviría, y que no confiaba del todo en mi palabra.

— Claro, para que darles falsas esperanzas... — era lo más sensato por parte de Historia.

— Puede que crean que les traicionaste por un largo tiempo — espetó.

— Me conformaré con que sepan quién era realmente... En un año... Mmm tal vez pueda mandar un barco — pensé en voz alta — tendrás noticias mías en un año Historia, si no dame por muerta — dije firmemente.

Una orden por parte del comandante en la lejanía me hizo perder la concentración en nuestra conversación por unos segundos. Debía bajar si no quería meterme en más problemas, además ya había gente preparándose para subir cargamento a los muros. En cuestión de minutos dejaríamos de estar solas. Mire a Historia a los ojos por unos segundos, ambas lo sabíamos, nuestra conversación había terminado.

— Por cierto — dije tras incorporarme — Sasha me comentó que teníais una apuesta ¿tú qué apostaste? — tampoco me iba a ir de Paradise con esa duda.

— Si yo ganaba Connie, Jean y Sasha me ayudarían en la granja dos meses enteros, sin rechistar y levantándose puntualmente — dijo casi con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Y cuál era tu apuesta?

— Dije tendríais una relación de esas en las que nada es oficial, aunque si no ha sucedido ya, creo que ya no entro en los términos para ganar.

— Para nada — dije girándome — has ganado — dije empezando a caminar hacia los ascensores.

— ¡Espérate! — dijo algo eufórica — ¡Tienes que contarme eso! ¡Soy tu reina! — añadió eso viendo que no le estaba haciendo caso.

— Antes has dicho que ignorara eso — le reproché.

"Así que no esperen a sufrir ningún daño de mí. Un rey griego no mata mensajeros"
- Alejandro Magno