❝Hace tiempo alguien me explicó la historia de un paraíso que se hallaba más allá del mar. Me preguntaba qué tan desdichado había de ser alguien para nacer en el infiero, qué tan egoístas habían de ser otros para abandonar a los demás a su suerte en...
اوووه! هذه الصورة لا تتبع إرشادات المحتوى الخاصة بنا. لمتابعة النشر، يرجى إزالتها أو تحميل صورة أخرى.
Año 848
Habían pasado tres días.
Ackerman se presentó en el espacio de entrenamiento reservado para los novatos, para que, para darme la paliza de mi vida, y lo que es mejor, delante de todos los soldados rasos. Probablemente en un increíble, y exitoso, intento de mermar mi autoconfianza y orgullo.
Tres jodidos días que me había pasado sin dormir.
Todavía escuchaba como me nombraba en mitad de la arena, y joder ese "De Roche", mal pronunciado, lo escuchaba cada vez que lograba conciliar el sueño, impidiendo que pudiera descansar en paz.
Tres. Suspire hondo, tengo que hacer algo...
♧♤♧♤♧♤♧♤♧♤♧♤
Espere al final del pasillo donde estaban los dormitorios de los altos mandos de la legión, medio oculta por la oscuridad propia de este, pues ya eran más de las doce de la noche pasadas.
Llevaba allí como media hora ya, sabía que el idiota ese se acostaba tarde, pero eso ni siquiera estaba en su habitación. Estaba a punto de rendirme cuando logre escuchar las pisadas de alguien subiendo la escalera. Eran sus pasos.
Este se dirigió a su habitación tranquilamente, pese a que él sabía que yo estaba al final del pasillo, ¿prefería ignorarme? Supongo que el asco era mutuo. En fin, trague saliva y me dispuse a dirigirle la palabra por primera vez desde aquel glorioso día en el que nos conocimos.
Ahora o nunca.
— Ackerman — lo llamé, este pareció impresionado cuando escuchó que me dirigía a él, era la primera vez que le hablaba directamente, pero rápidamente cambio su expresión a una de molestia.
— ¿Qué haces aquí? A esta hora los críos como tú deberían estar durmiendo — farfulló, como si estuviera completamente desinteresado en hablar conmigo.
No respondí, no sé por qué no podía, ¿cómo me iba a arrastrar yo así delante de semejante idiota?, pero al parecer este solo necesito pensar durante unos segundos para entender por qué estaba allí.
