Capítulo 34 | Sola

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Dulce

Había pasado un día entero sin saber de Damon, era como en esas situaciones donde ambos conservaban su maldito orgullo y preferían no hablarle al otro, esperando que este lo haga primero pero ¡Oh, sorpresa! Al final nadie se hablaba.

Si, tenía que admitir que su ausencia o más bien, la ausencia que pedí, me hacía mal, ver el celular cada minuto y no encontrar ni un mensaje no era para nada alentador.

— Dulce. — El llamado de Darren me sacó de mi trance — ¿Qué día estamos?

Lo mire confundida.

— Pues el siete de febrero me botaron de la casa de Damon. — soltó una carcajada cortando mis palabras y a la vez ganándose mi mirada asesina. — El ocho desperté en la casa de Zed y decidí pedirle un tiempo a Damon, no sé nada de él hasta hoy, nueve de febrero con exactamente 15 horas y 32 minutos.

— Que compleja, solo te pregunté por él día y me terminaste resumiendo que extrañas al demonio ese. — sonrió Darren mientras le daba un mordisco a su dona.

— Eres un tonto.

— Un tonto muy realista. — Asintió con orgullo — Ahora ¿Cuál es nuestro objetivo?

Vale, estaba probando mi memoria, lo sabía y él sabía que me encontraba muy perdida últimamente.

— Estamos aquí por...— mire a mi alrededor fuera del antiguo auto en el que nos encontrábamos, podía observar la poca gente transitando, también hacia una tarde muy calurosa pero nuestro objetivo principal era... — Ellie Vans.

Bingo.

Recordé todo, hoy habíamos estado espiando a Ellie desde muy temprano. Primero la habíamos seguido hasta una cafetería, luego a una peluquería y por ultimo a una tienda de ropa que visitaba muy seguido.

Lo mejor de todo era que después de aquella pasada por la tienda, muy sospechosamente Ellie había salido por una puerta de servicio, la habíamos seguido hasta llegar a una plaza.

— Espera...— agarre los lentes para poder observar mejor. — Yo conozco a ese hombre.

Ellie estaba sentada en medio del parque y un hombre se le había acercado. Yo lo conocía pero ¿De dónde?

Entonces el foquito en mi mente se encendió.

— Es el gerente del canal donde Damon dio la entrevista — grite.

— ¿Qué? ¿Qué hace Ellie con él?

Me encogí de hombros sin respuesta.

Luego de que ellos intercambiaran palabras vi como Ellie le tendió algo muy pequeño.

— ¿Eso podría ser un USB?

— Quizá...— cogí una dona y me la comí — Esa chica es muy extraña.

— Es mala. — Afirmó mi primo — Pero ¿Por qué?

— Tendremos que hallar una respuesta.

Después del encuentro en el parque, Ellie hizo algo que no imaginábamos. Su parada final fue un hotel.

— ¿Tendrá otro novio? — preguntó Darren mientras se acomodaba los lentes.

Lo mire pensativa. Ellie podía tener un enamorado o quizá...

— Tiene un Sugar Daddy — chille burlona.

— Eso explicaría sus cuentas ilimitadas, su padre no le daría tanto dinero menos ahora que está invirtiendo en su partido.

Asentí frenética.

Luego de unos minutos, vimos salir a Ellie, tenía un mal aspecto, se veía molesta y llorona. ¿Qué había pasado?

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora