Capítulo 42 | Confesiones del Pasado

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Dulce

Dios mío

—Entonces ¿ustedes se conocían? —preguntó Josh al mismo tiempo que me tendía un vaso y una botella de agua mientras él llevaba los otros dos vasos.

Cuando le comenté que no bebía, no se tardó en pedirme una botella de agua sin embargo insistió en que me quedara a conversar un rato, la noche es joven, fue lo que dijo.

En la medio hora que llevaba aquí dentro, la gente no había disminuido en lo más mínimo incluso apostaba que comenzaba a llegar más. Empuje a muchas personas en el camino junto a Josh para poder llegar a nuestra mesa.

—Se podría decir que si —respondí finalmente, elevando un poco mi voz para que me escuchara.

— ¿Sí? ¿De dónde?

—A los dos los conocí en una fiesta hace bastante tiempo, aunque volví a ver a Marco hace unas semanas pero a Marcus, no lo volví a ver desde que salía con mi mejor amiga. —volví a gritar por el ruido excesivo.

— ¿Salían? ¿Qué pasó?

—Le fue infiel.

La cara de Josh no demostró sorpresa lo que me confundió aún más, quizá simplemente conocía a su amigo.

—Creo que tenía un amigo idiota después de todo—soltó en mi directo, para mirarme con pena. —Si estas incomoda con él, puedo llevarte a casa... me refiero a tu casa.

Lo miré y sonreí por el gesto, negué rápidamente.

—No, aun me quiero quedar además tengo mi coche estacionado fuera. —Expliqué —Pero gracias por la propuesta.

Sonreí.

—De nada, ya sabes que mi reputación no puede verse afectada —bromeó.

Después de unos segundos llegamos a la mesa baja que teníamos como sitio junto a unos sofás a su alrededor. El ambiente de este lugar era más discreto, colores oscuros, un típico lugar para pasarla bien sin mirar a quien.

—Dulce ¿Cómo esta Luna? —preguntó Marcus, quien se encontraba recostado en uno de los asientos, sus brazos se extendían por los borden del gran sofá donde lo acompaña su hermano que agradeció por la bebida.

—Está mucho mejor, eso tenlo por seguro—sonreí —Está de viaje con Sergio, siendo uhm no lo sé felices ¿Conoces el significado de esa palabra?

Toma.

Noté como de inmediato la cara de Marcus se volvió un dilema, comenzaba a enojarse, lo que me causó gracia cosa que para disimular tomé mi botella y comencé a beberla.

—Claro, se fue con su mejor amigo, no esperaba menos. —le dio un sorbo seco a su Whisky —Me alegro por ella.

— ¿Y tú? ¿Cómo has estado? —esta vez habló Marco.

Le sonreí de inmediato, lo único bueno que tenia Marcus era su hermano, Marco ¿Cómo podían ser hermanos? Seguro Marcus era adoptado.

—Estoy bien, gracias por preguntar, yo...

—Recién salida de una relación ¿verdad? —se adelantó Marcus.

—No. —respondí amarga. —En realidad jamás hubo una relación ¿Y cómo demonios te enteraste?

—Alguien lo grabó y subió al internet —Marcus sacó su celular y me mostró el video donde subía las escaleras llorando y las bajaba del mismo modo.

Mierda, que manía de grabarme a mis espaldas. Esto era tan vergonzoso.

—No importa lo que haya pasado, yo estoy bien. —respondí finalmente.

Prohibido Enamorarse de Dulce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora